El lunes 12 de marzo el Obispo, Monseñor Adolfo Uriona, de la Diócesis de Río Cuarto puso en funciones al Padre Roberto Ferrari como nuevo Rector del Seminario Jesús Buen Pastor. La ceremonia oficial tuvo lugar en la Capilla del mencionado lugar y mucha gente de Monte Maíz asistió a acompañar al Padre “Boby” en ese día tan especial.

El Sacerdote estuvo ocho años al frente de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced en nuestra localidad y dejó una huella importante tras su tarea Pastoral. Hace algunos meses, cuando se supo de la noticia, había expresado que lo tomaba como un nuevo llamado de Dios.

 Ya como Rector del Seminario expresó: “Ya estoy cumpliendo mi nueva función luego de la lectura del Decreto que me nombra como Rector y nombra también a otros dos Formadores; el Presbítero David Cabral y el Presbítero Carlos Forcato. Hicimos nuestro Juramento y luego se celebró la Misa. Me acompañaron Obispos de otras Diócesis como Monseñor Martín de La Pampa. Monseñor Jofré de la ciudad de Villa María y Monseñor Araya de Cruz del Eje que fue el anterior Rector del Seminario. El lugar donde se celebró la misa estaba abarrotado y la gente de Monte Maíz me sorprendió porque vino en gran número. Ya el domingo 11 (de marzo) vinieron más de 80 personas a pasar el día y a presenciar la Misa. Vino gente de Colonia Barge y de Colonia Bismarck también. Y el lunes fue una sorpresa recibir más de 40 personas de Monte Maíz para presenciar mi asunción. También hubo mucha gente de aquí (de Río Cuarto) porque yo estuve en tres Parroquias distintas antes de ir a Monte Maíz. Así que estaba lleno el lugar; la ceremonia fue en la Capilla del Seminario”, contó.

El Padre Roberto dijo que esa demostración de cariño de la gente para con él, también es formativa para los Seminaristas ya que pueden ver algunas cosas de lo que les tocará vivir en un futuro no muy lejano. Además reconoció que estaba un poco nervioso por la gran cantidad de gente que asistió y por la presencia de tantos Obispos: “Yo tenía que dar un discurso también y tenía que incluir a muchas personas y creo que se me pasaron muchos detalles por alto. La verdad que yo no veía la hora de que pasara todo esto porque se hizo larga la espera. Pero tengo que reconocer que viví un momento hermosísimo. Hasta aparecieron mis amigos del Secundario, eran unos quince que se vinieron desde distintos lugares de manera que estoy muy agradecido”.

Expresó también que su paso por Monte Maíz va a ser inolvidable y siempre mantendrá el mismo cariño por nuestra comunidad. Sobre su nueva función dijo que le llega en un momento de serenidad en su vida: “Monte Maíz me ayudó a ir afianzando mi corazón sacerdotal. Es un momento distinto a mi anterior paso como Rector; era más joven y venía con otras expectativas y otros temores. Hoy tengo temores y expectativas pero me siento mucho más afianzado en mi vocación y en mi tarea y en eso la gente de Monte Maíz ha tenido mucho que ver. Mi tarea ahora es cumplir con las cuatro dimensiones de la formación sacerdotal: la primera es la formación intelectual; luego la Pastoral, que los prepara para ser curas; la dimensión humana que es muy importante y la parte espiritual. Hay que sacarse de la cabeza la idea de que el Seminario es un lugar donde uno estudia una carrera. Si bien es cierto que salen con un título de aquí, lo más importante es tener muy en cuenta la formación integral de los Seminaristas en estas cuatro dimensiones”, explicó.

En la actualidad hay 39 Seminaristas en Río Cuarto ya que este año ingresaron 12 a primer año. Entre ellos hay uno de Río Gallegos; uno de Alto Valle de Río Negro; tres de Neuquén; uno de Cruz del Eje; tres de Villa María y tres de Río Cuarto.

Los cinco Seminaristas de la Patagonia estudian un año en Río Cuarto porque tienen un Seminario en Devoto, Buenos Aires, donde ellos continúan su carrera. Es muy importante que haya un Seminario en Río Cuarto ya que no es fácil mantenerlo ni cubrir los cargos de enseñanza. No es solo mantener un edificio sino un montón de otras cuestiones que tienen que ver con la parte académica. Esto se nota en el sur del país donde no tienen un Seminario y por eso vienen un año a Río Cuarto y luego deben seguir en Buenos Aires.