Leonela Bossa, la mamá de Kevin Ferrero dijo que ellos nunca bajaron los brazos e hicieron todo lo que estuvo a su alcance por la salud de su hijo. Y más allá de que la medicina tradicional ya no ofrecía respuestas, ellos buscaron por todos os medios tratar de encontrar la cura para el pequeño de 7 años.

Señaló que un hombre de Camilo Aldao, Oscar Harnaís, les pidió imponer sus manos en Kevin y ellos aceptaron. Esto fue ya hace casi dos meses, una semana después de la vuelta de Barcelona.

Al respecto, Bossa, contó: “Kevin siempre estuvo bien pese a los resultados que todo el tiempo mostraban sus análisis. Siempre está de buen ánimo porque es muy fuerte. Y eso fue muy importante para pasar estos meses y para hacer frente al tratamiento más allá de que no dio los resultados esperados. Un hombre de Camilo Aldao, que lo venía siguiendo a Kevin desde la campaña, cuando leyó que nos volvíamos a casa porque ya no había tratamiento posible, se comunicó con nosotros y le abrimos la puerta de casa para que hiciera esa imposición de manos de la que él nos había hablado. Esto pasó en la primer semana en la que nosotros habíamos vuelto a casa. Lo más importante de eso es que es cuestión de fe. Él nos dijo que tratáramos de hacer una vida un poco más normal y que apenas pudiera, Kevin volviera a la escuela y que juegue mucho con sus amigos. Que hiciera todo lo que hace un niño en su vida cotidiana. Y a nosotros como Padres nos pidió que no estemos pensando todo el tiempo en que Kevin estaba enfermo. Nos pidió que calmáramos nuestra mente. Kevin empezó a mejorar una semana después de este episodio. Estaba sin comer desde hacía un mes y medio y recuperó el apetito y los nódulos en la cabeza, en los ojos y en el cuerpo, producto de la leucemia, comenzaron a desaparecer. Se le deshincharon los ojos y se le curaron los derrames. Todo fue lento pero para bien. En tanto se le hacían laboratorios para ver si necesitaba transfusiones. A todo esto nosotros decidimos ir a un doctor en Rosario que hace medicina hindú y él nos propuso cambiar la alimentación de Kevin y darle unos jugos naturales que son a base de vegetales y frutas. Eso podría llegar a mejorar su sistema inmune y podría hacer que se le abriera el apetito. Esto lo hicimos a unos 15 o 20 días que habíamos vuelto de Barcelona. Los doctores comenzaron a notar que los valores habían comenzado a subir y de repente él no necesitó más transfusión de plaquetas ni de sangre. Y así se mantuvo durante tres semanas. En ese tiempo, al ver que los valores comenzaron a subir, habíamos programado con el doctor de hacerle una punción en la médula para ver como estaba. Se le hizo eso y a la hora más o menos ya teníamos los resultados. El doctor no comprendía lo que pasaba porque Kevin había mejorado mientras estaba sin tratamiento curativo. Y ese mismo día, jueves 25 de agosto, el doctor nos pudo confirmar que no hay enfermedad en la médula”.

Quien controla a Kevin en Rosario es el Dr. Emilio Rubulotta, quien consultó con la doctora de España y, aprovechando estos resultados, decidieron que al niño se le practicará un trasplante de médula ósea.

Esta madrugada, Kevin estará viajando a Buenos Aires, al Hospital Italiano, y allí mantendrán una entrevista con la doctora Mónica Maquilla. La profesional se va a encargar de llevar adelante el grupo de trasplante. La búsqueda mundial de alguien compatible para Kevin ya se reinició ese mismo jueves 25 de agosto. Los papás también deberán hacerse los análisis de compatibilidad ante el caso de que no se consiga un donante. El trasplante debería realizarse lo antes posible aprovechando el buen estado de salud de Kevin.