• Se indica realizar la consulta preconcepcional si se está buscando un embarazo.
• También es importante hacer los controles ginecológicos en la adolescencia o al iniciar las relaciones sexuales.
• Sostener prácticas saludables, completar los carnés de vacunación y prevenir las ITS son factores que protegen la fertilidad.

En el Mes internacional del cuidado de la fertilidad, el Programa provincial de reproducción médicamente asistida comparte información y recomendaciones relacionadas a este aspecto de la salud.

María Teresa Nievas, coordinadora del Programa, destaca que una indicación clave para quienes están buscando un embarazo es la consulta preconcepcional y explica: “De esta manera, se pueden evaluar las condiciones de salud de la pareja relacionadas a sus posibilidades reproductivas, y realizar chequeos y tratamientos de manera oportuna. Esta consulta puede realizarse en todos los servicios de ginecología de los hospitales públicos de la Provincia”.

Otra recomendación importante es que todas las mujeres y personas con capacidad de gestar, en la adolescencia o al iniciar relaciones sexuales, se realicen controles ginecológicos. Así, es posible detectar o controlar distintas afecciones que podrían en algún momento provocar la infertilidad.

También es clave contar con el carné de vacunación completo. Las dosis correspondientes en cada etapa brindan protección de por vida, y son el único modo de prevenir enfermedades como la rubéola congénita, que puede ocasionar abortos o problemas de salud graves en los bebés.  

Hábitos saludables

Sostener prácticas saludables durante todo el ciclo de vida ayuda a proteger la fertilidad. Se recomienda evitar el consumo de harinas y azúcar en exceso, alimentos procesados, gaseosas y jugos azucarados. Además, es importante realizar actividad física con frecuencia, principalmente ejercicio aeróbico y de fuerza muscular, ya que, entre otros resultados, logran un equilibrio hormonal adecuado y evita la inflamación de células y tejidos fundamentales para la reproducción.

Vinculado a estos aspectos de la salud, es recomendable sostener el peso adecuado para cada persona; existen estudios que indican que las personas con sobrepeso u obesidad pueden presentar disfunciones ovulatorias o de la implantación embrionaria, y también alteraciones en la calidad del semen. En el caso de las gestantes, se pueden presentar complicaciones como diabetes gestacional, hipertensión u otras.  El bajo peso, la bulimia, y la anorexia también son problemas de salud que pueden dificultar la fertilidad.

Al respecto, Nievas detalló: “En la actualidad, el sobrepeso y la obesidad representan un factor de riesgo importante, ya que, en pacientes con estas características, se detectan alteraciones metabólicas que desencadenan disfunciones ovulatorias, fallas de implantación, abortos, y alteraciones de la calidad espermática en varones, entre otras consecuencias. Es fundamental cuidar la salud de manera íntegra, con una buena alimentación, actividad física regular, descanso adecuado y la reducción del estrés”.

Otro cuidado clave es evitar el consumo de tabaco, drogas ilegales, o alcohol en exceso. Las adicciones generan consecuencias en la fertilidad, porque las sustancias tóxicas comprometen la calidad de los óvulos y espermatozoides; además, provocan más frecuencia de abortos, mayor dificultad para lograr el embarazo, e inclusive menopausia precoz.

También es fundamental la prevención del VIH y otras infecciones de transmisión sexual ya que, entre sus consecuencias, se encuentran complicaciones en la concepción. Debe tenerse en cuenta que, el uso del preservativo o campo de látex es el único método de barrera efectivo para la protección de diferentes ITS.

Consideraciones vinculadas a la edad y a enfermedades oncológicas

Se sugiere que las personas que estén pensando en gestar tengan en cuenta que el período de mayor fertilidad es de los 20 a los 32 años. Hacia los 35 años la fertilidad baja y, a partir de allí, existen menos posibilidades de reproducción. Esto se debe a una menor calidad en los óvulos y mayor riesgo de aborto, entre otros factores.

En esta línea, también debe considerarse el riesgo genético asociado a un embarazo tardío. A partir de los 35 años de edad, mientras más pasa el tiempo, mayores son los riesgos de tener un embarazo con cambios cromosómicos, que pueden generar abortos o niños con Síndrome de Down.

Otro factor es que muchas mujeres presentan dolores menstruales intensos o dolor durante las relaciones sexuales, que pueden ser síntomas de endometriosis, por lo cual es importante consultar a tiempo.

En cuanto a los varones, algunos pueden haber tenido paperas en la adolescencia o adultez, varicocele, dolor testicular o criptorquidia en la niñez (los testículos en el canal inguinal que no descienden antes de los 2 años de vida). En todos estos casos, se trata de afecciones que pueden influenciar la fertilidad; por lo que se recomienda hacer una consulta con especialistas y buscar un tratamiento oportuno.

Otro aspecto a considerar es que las enfermedades oncológicas pueden condicionar la fertilidad debido a los tratamientos de quimio o radioterapia requeridos. Quienes hayan tenido algún tipo de cáncer, o tengan un diagnóstico actual, tienen la posibilidad de preservar óvulos o espermatozoides.

Tratamientos de fertilidad

El Programa de Reproducción médicamente asistida, que funciona en la Nueva Maternidad Provincial, realiza el diagnóstico completo de causas e infertilidad mujeres y varones; y ofrece el tratamiento.

Para obtener más información, las personas interesadas se pueden contactar a través del correo: [email protected].