Ramiro Lezcano es Profesor de música y en oportunidades visitó Monte Maíz con talleres sobre la historia del Rock Nacional. Y encabeza el Programa “Canciones Urgentes para mi Tierra” que tiene mucho de rock argentino, ya que hay más de 500 artistas de renombre nacional e internacional, que han grabado con el grupo de niños y jóvenes que él dirige.

Todo comenzó como un proyecto con alumnos de escuelas rurales donde Lezcano da clases ad Honorem ya que no existe el cargo de Profesor de música. En estas escuelas se comenzaron a ocupar de temas ambientales que los rodeaban: “Como las fumigaciones con agro tóxicos y los desmontes masivos. Así nació la primer canción hace seis años. En ella se sumó Pablo Milanés. Y desde ese día comenzamos a componer más canciones que abordan otras problemáticas ambientales como la minería a cielo abierto, las aguas contaminadas, las energías contaminantes, la depredación del Amazonas, el desmonte en el norte argentino, etc. y así, durante siete años compusimos más de 50 canciones en las que hemos grabado con más de 500 artistas; argentinos y latinoamericanos. Y es un proyecto que nos enorgullece y que no tiene precedentes en Argentina ni en América. Y es algo que nació en el interior profundo de la provincia de Córdoba y en las escuelas rurales”.

El proyecto nació con seis escuelas en las cuales no sumaban más de treinta alumnos. Hoy cuentan con muchas escuelas rurales invitadas e hicieron un concierto el 12 de noviembre del año pasado llamado “Nuestro Gusto Ambiental” en San Marcos Sud, donde hubo más de cien alumnos de escuelas rurales cantando.

La primer canción que compuso este grupo se llama “Juguemos en el campo mientras Monsanto no está” y surgió en el aula, de los alumnos, en el momento en que la mencionada empresa estaba por sentar sus bases en nuestra provincia.

Al respecto dijo Lezcano: “Uno de los alumnos llegó con esa noticia y comenzamos a investigar y nos dimos cuenta de que tenía que ver con situaciones que nos tocaban muy de cerca. Escribimos la canción, mis alumnos cantaban el estribillo y cuando la estábamos por llevar a la radio del pueblo uno de los alumnos me dice por qué no lo invitamos a participar al artista que les había hecho escuchar la semana anterior. Y se trataba nada más ni nada menos que de Pablo Milanés. Por supuesto que le dije que no y le conté que ese artista no era amigo mío y que no lo conocía personalmente. Volví a mi casa con un poco de angustia ante esa explicación que le había dado a un niño de segundo grado. Pensé que lo había hecho porque los adultos hemos perdido la capacidad de soñar mientras que los niños, por suerte, no la han perdido. Así que cuando volví a la escuela hicimos una pancarta que decía: “Pablo ayudanos, cantá con nosotros”. Hicimos una foto sosteniendo esa pancarta al frente de la escuela y la enviamos al único Facebook que encontramos de él aunque no era oficial. Yo no tenía ninguna expectativa de que nos contesten. Solo quería que ese alumno supiera que su profe al menos lo había intentado. Pero pasaron cinco o seis días y Pablo Milanés me llamó por teléfono. Me dijo que estaba de gira, que su pareja había visto la publicación y que ni bien llegara a La Habana Cuba, su país de orígen) se ponía a grabar. Y así fue como nació este sueño. Y así ocurrió con tantos otros artistas. Han grabado más de cincuenta canciones que hemos escrito con mis alumnos en las escuelas rurales. Creo que es la historia de una utopía. Porque hubo artistas a los que le mandamos más de doscientos mensajes. Hasta que alguien, después de dos años contestaba: “paren de escribir porque nos llenan la casilla”. “Díganos quiénes son?”. Y eso era el pie para contarles el proyecto. Por eso también considero que es la historia de la perseverancia”.

El 16 de diciembre pudieron cantar con Divididos en Córdoba: “Nosotros los habíamos invitados a cantar una de nuestras canciones en San Marcos pero ellos no pudieron venir porque estaban de gira. Así que nos invitaron a cantar al Kempes una canción de ellos. Y fue un momento muy hermoso y emotivo. La gente vivando a nuestros pibes a tal punto que hasta Ricardo (Mollo) estaba emocionado. Cantamos “Spaghetti del Rock”. Y fue emocionante que más de treinta mil personas cantaran con nuestros pibes”.