Se presentó en Monte Maíz el libro “Estancias en el límite, Monte del Maíz -  Monte Molinos” de Carlos Sebastián Santa Coloma. El acto de presentación tuvo lugar el día jueves 28 de setiembre en el microcine del edificio “Argentino I”. Contó con la organización y participación del Centro de Estudios Históricos, Museo Regional Nélida Chiarlo; la Biblioteca Popular Mitre y la Dirección de Cultura Municipal. Al mismo asistieron autoridades Municipales, encabezadas por el Intendente Cacho Martín;  autoridades de las Instituciones anteriormente mencionadas; familiares del escritor y público en general. El autor del libro dijo sentirse muy feliz en el momento de la presentación de su obra y contó algunas cosas sobre el proceso de la misma: “Creo que darle importancia a la historia es una forma de mirar hacia adelante ya que considerando los errores que se han cometido en el pasado uno puede proyectar el futuro. Hoy la propiedad de las tierras es un tema central a nivel nacional y es un tema muy sensible y complicado. Cada uno puede tener su propia opinión sobre la compra y venta de las mismas. En este libro tenemos un punto de vista sobre lo que pasó aquí”.

Susana Ruffo, Vicepresidenta de la Biblioteca Popular Mitre, agradeció la investigación del autor y dijo que había respondido a muchas preguntas e interrogantes que ni siquiera Richard Seymour, en el libro “Un Poblador de las Pampas”  había podido responder en el año 1945: “Seymour tiró el guante y Sebastián lo levantó” dijo. En tanto, Santa Coloma reconoció la colaboración de muchos autores y explicó: “El libro lleva mi nombre pero he tenido la colaboración de muchos autores, entre ellos Juan Delius; una persona encantadora, amigable; es un Neurocientista que vive en Alemania y que vivió desde muy chiquito en la estancia “La Maya”. De ahí que decidió investigar historia pero es reconocido como Neurocientista. Es catedrático Universitario en Alemania y en Inglaterra. Es citado en infinidad de libros en el mundo y me brindó muchísima información a tal punto que hicimos una amistad digital, vía internet. Y tuvo la delicadeza de que cuando vino a la Argentina me llamó por teléfono ni bien llegó a Buenos Aires. Quería mantener una reunión conmigo así que así lo hicimos. De manera que he tenido la colaboración desinteresada de muchos; cito esto a modo de ejemplo. El libro es fruto de la cooperación de muchos. Hubo un gran trabajo para poder reunir tanta información; fue un gran esfuerzo ya que fueron más de dos años de búsqueda de pequeños datos que aportaran información para poder iniciar una línea investigativa. El primer paso fue leer el libro “Un Poblador de las Pampas” por una afición a la filatelia; en realidad quería saber si a través de la historia de los primeros pobladores podía encontrar una carta o algo por el estilo. Fui a la biblioteca de mi papá a buscar el libro y la verdad que la historia me atrapó. A través de la lectura trataba de imaginar cómo eran ellos de verdad y eso fue lo primero que me motivó a buscar. Lo primero que encontré fue la foto de los hermanos Talbot y ahí ya quedé enganchado y la investigación se me hizo una pasión y ya no pude parar”.

Sebastián destacó que el trabajo que realizó, hace 15 años atrás no se podría haber hecho. Hay algunos datos del libro “Un Poblador de las Pampas” que se dan por seguros y en realidad eran supuestos. A través de esta nueva investigación se pudo establecer que quien se suicidó en la estancia Monte Molinos no es uno de los Seymour: “El traductor del libro, hizo su trabajo en el año cuarenta y pico. Para empezar, en esa época no había internet; tenía que viajar de un lado al otro, golpear puertas o llamar por teléfono si es que había en algún lado. Era una tarea imposible en aquella época. Hoy tenemos una biblioteca mundial que es internet donde uno puede acceder a millones de libros. Corroborar una imagen puede demorar tan solo segundos. Sumado a ello, existe también la búsqueda indexada, uno pone la palabra en el Google y lo busca dentro del libro, ni siquiera hay que hojearlo. De manera que hoy tenemos avances importantísimos para la investigación. Considero que el mérito mío y de todos los colaboradores ha sido llevar adelante la investigación, darle importancia y dedicarle el tiempo suficiente”, destacó.

En otros de los pasajes de la disertación se habló del origen del nombre de nuestro pueblo que data aproximadamente del año 1864, en ese sentido el escritor relató: “Estas tierras eran fiscales y pertenecían a la Provincia; en un momento, el gobierno tuvo que vender parte de ellas para poder pagar las vías férreas que permitirían el paso del tren por “Fraile Muerto” – Bell Ville en la actualidad – allí fue que estas tierras se mensuraron. Y en el año 1864 se mensuró esta “Suerte”; la “Suerte N° 31” y dentro de ella estaba el monte del maíz. Ha habido muchas teorías pero lo cierto es que cuando vino el Agrimensor en 1864 y mensuró esta “Suerte”, de unas 10.000 hectáreas, lo único que había – además de pasto -  era un solo monte; y era un monte de maíz. Es decir, es muy probable que de allí venga el nombre de nuestro pueblo – Monte Maíz - pero es muy difícil determinarlo porque estamos hablando del año 1864”, concluyó.