¿Qué se celebra?

Cada 16 de Abril se celebra, desde 1999, el Día Mundial de la Voz, a propuesta de la Federación Internacional de Sociedades de Otorrinolaringología, con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia del cuidado de la voz, factor de gran importancia como medio de comunicación interpersonal, como instrumento de trabajo y como expresión estética; y la detección temprana de enfermedades que afectan a las cuerdas vocales.

¿Por qué buscamos crear conciencia sobre la importancia de cuidar la voz?

Alrededor de un 5% de la población mundial sufre algún trastorno de la voz que requiere atención médica especializada; la mayor prevalencia es entre los 25 y los 45 años de edad, las causas que generan estas anomalías son variadas, y se da principalmente en ciertas profesiones -como en la docencia, locutores, actores, cantantes- en general ocasionada por el mal uso o abuso de la voz. El notable progreso científico de los últimos años en cuanto a recursos diagnósticos, terapéuticos y preventivos ha sido acompañado por un mayor conocimiento de esta problemática por parte de la población.

¿Cuáles son las patologías más frecuentes?

Las patologías comienzan por alterar la función vocal, como en el caso del HIATUS (abertura de la cuerda vocal, soplo de aire y disfonía) y pueden evolucionar hasta provocar una alteración en el aparato emisor, como el NÓDULO que afecta la cuerda vocal orgánicamente. Las patologías más comunes que suelen sufrir “los profesionales de la voz” son los procesos inflamatorios laríngeos, generalmente secundarios a un disturbio gástrico, con disfonía asociada. Luego le siguen, en importancia, los ESTADOS PRENODULARES O ESBOZOS NODULARES, NÓDULOS y eventualmente PÓLIPOS Y QUISTES. La mayoría de estas afecciones son ocasionadas por “abuso y mal uso” de la voz y podrían evitarse con técnica y entrenamiento vocal.

Primeros síntomas y cuando consultar a un profesional.

Generalmente, al comienzo la alteración es incipiente, casi imperceptible, y la persona continúa haciendo uso laboral de la voz con conductas compensatorias que, frecuentemente, agravan las alteraciones. Por eso, es importante detectar las primeras alteraciones a tiempo para consultar al especialista antes de que se genere una patología. Las alteraciones más frecuentes a tener en cuenta son:

- voz débil y más grave.

- acortamiento de la duración de la voz (siente que le falta aire para terminar de expresar una idea)

- quiebres y cambios en la calidad del sonido a lo largo del día o pérdida de voz.

Estas afecciones pueden estar acompañadas o no por:

- sensaciones de cuerpo extraño en la garganta

- Constricción

- Sequedad

- Tos

- Carraspera

- Dolor

- Picazón

- Ardor

¿A qué profesionales consultar para el diagnóstico, tratamiento y/o prevención?

Cuando alguno de estos síntomas en la garganta o alteraciones vocales no se revierten en una semana o diez días, es necesario consultar a un

otorrinolaringólogo a los fines de lograr un diagnóstico precoz y una derivación oportuna. Posteriormente, el terapeuta de la comunicación humana, fonoaudiólogo, es el profesional encargado de la prevención, la evaluación y el tratamiento rehabilitador de las patologías relacionadas con la voz.

RECOMENDACIONES

Educar la voz, para aprender a proyectarla y usarla con mayor rendimiento y menor esfuerzo, solicitando la ayuda de un profesional idóneo (fonoaudiólogo, profesor de canto, oratoria, etc.).

Realizar precalentamiento vocal antes de iniciar la jornada laboral y reposo al finalizarla.

Hidratarse (incluso durante la jornada laboral).

Bostezar para relajar la garganta y los músculos masticatorios (muchas personas aprietan los dientes o tensan la mandíbula y la lengua para hablar).

Disfrutar del silencio saludable (descanso auditivo).

Disminuir la velocidad del habla, realizar pausas y articular correctamente.

Utilizar cambios tonales, hablar con expresividad.

Respirar naturalmente sin gestos forzados de ningún tipo.

Mantener el cuerpo en una buena postura, alineado y sin tensiones.

Poner en práctica estrategias alternativas para llamar la atención.

Cantar en la gama tonal adecuada.

No competir con el ruido ambiente, aprender a esperar el momento para hablar.

Utilizar otros sonidos que no sean la voz para llamados de atención.

Acercarse al otro o los otros para hablar.

Propiciarse un descanso reparador nocturno y diversos recreos diurnos durante la jornada laboral.

Realizar actividad física, evitar el sedentarismo.

Evitar hábito tóxico como el tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, picante y café.

Espacios de trabajo adecuados

Es necesario estar atentos al cuidado de nuestra voz, VALORARLA, PROTEGERLA Y PRESERVARLA.

Fga. Betina N. García.