Rafael Manzanelli se defendió de los dichos del Periodista Damián Huber sobre la agresión recibida por parte del primero. Dijo que se sintió agraviado porque los caballos están en buen estado y tiene permiso de AGD para tenerlos en ese lugar.

Dijo que el artículo fue indebido y que no se informó sobre el tema. No negó la agresión porque dijo que cada periodista debe informarse antes de publicar algo que dañe a otra persona.

En declaraciones en Canal 2, Manzanelli explicó: “Yo me dirigí a la radio (FM Sintonía de Damián Huber) para preguntar por qué motivo había subido esa publicación y él me dijo que por la denuncia de algunos vecinos que no sé cuáles son. Yo le exigí que me diera nombres de esas personas pero no me los quiso dar. Entonces le consulté por qué no preguntó de quiénes son esos animales antes de publicarlo y él me dijo que fue porque se dirigió varias veces al Eco Club y nunca encontró a nadie. Esa es la versión que él me dio. Yo te puedo decir que nosotros estamos siempre ahí. Siempre hay gente ahí. Sabe estar el inspector de tránsito José María Giménez que sabe que los caballos son míos y está  (el Sr.) Fava también en el Eco Club que sabe que los caballos son míos. Yo le quisiera preguntar al Periodista este si se informó en qué situación estaban los caballos. Hay bebederos y los caballos tienen rollos para alimentarse. Son rollos de pasto; le digo por si no lo sabe. Creo que no lo sabe. Los animales que están en el campo son muy pocos los que tienen algún árbol y creo que, por lo general, siempre están a la intemperie”.

Manzanelli reconoció que le pidió que retirara el artículo a lo cual el Periodista se negó: “Yo le dije: vos lo tenés que retirar porque no tenés por qué andar exponiéndome a mí. Porque la mayoría de la gente sabe que los caballos son míos. En el lugar tengo diez caballos de los cuáles solo uno está flaco porque está con tratamiento veterinario (lo atiende el Médico Veterinario, Dr. Omar “Tero” Ereza) y es una yegua que hace poco tuvo cría”, explicó Manzanelli.

Dijo que no niega haberlo agredido porque se sintió perjudicado ya que al Periodista no le costaba nada investigar un poco la situación de los caballos antes de publicar el artículo. Dijo también que les compra rollos, cuyo costo de cada uno es de $2.000, y que les da una ración de maíz: “Si de los diez caballos que hay ahí estuvieran los diez flacos yo me la voy a “mamar” porque sé que tienen razón; pero no es así. Solo uno está con antibióticos porque es un caballo que está con un problema”, insistió Rafael.

En tanto explicó que ese lugar donde está el corral, frente al Complejo Ecológico local, pertenece a AGD: “Un día vino un inspector de la Firma y yo le pedí permiso para usar ese espacio. Y él me dijo: mientras no hagas edificaciones lo podés usar tranquilamente. En ese lugar tengo los caballos encerrados. Tienen un alambrado de cinco hilos lo que hace imposible que se escapen, salvo que alguien corte un alambre. Y por ahí dicen que es peligroso porque están cerca de la ruta. Ese camino tiene cuatro salidas; una hacia el río, una hacia el pueblo, otra hacia el campo de entrenamiento de Bomberos y la restante hacia la ruta. Y yo le pregunté a Huber si alguna vez había hecho una nota sobre los animales que están sobre la ruta. Y nunca hizo una nota sobre ese tema. Yo antes los tenía atados a cadena a los caballos y los inspectores de tránsito siempre me vinieron a avisar cuando se me soltaban o cuando alguien se robaba la cadena o se llevaba la soga. Por ese tema traté de conseguir un lugar afuera del pueblo para tener a los animales, pero parece que ahí también molestan. Entonces quiere decir que uno no puede tener nada porque a todo el mundo le molesta. Por eso fue que me enojé con él. Y lo fui a buscar yo solo. No fui con nadie. Y en ningún momento lo amenacé con que le iba a romper el auto como dijo él. Eso sí; yo le dije: esto no va a quedar así y cuando te encuentre en la calle lo vamos a arreglar. Se lo dije bien clarito y no lo voy a negar. Yo ayer a la tarde fui a la Policía porque me citaron y ahí declaré lo mío. Y si alguien quiere ir a chequear el estado de los caballos yo no tengo ningún tipo de problema. Los animales tienen agua y comida a discreción”, concluyó.