Desde el martes 12 de mayo las peluquerías retornaron al trabajo luego de más de 50 días. El reclamo de peluqueros y peluqueras se planteó hace algunas semanas cuando demandaban la elaboración de un protocolo sanitario que les permitiera la atención al público.

Claudia Cárdenas (calle Salta casi San Luis), representante del sector, dijo en ZONA DE NOTICIAS: “En principio nos habían dado un horario un poco incómodo pero ya podemos atender hasta las 19:00 hs. con lo cual estamos muy contentas de volver a trabajar. Estamos tomando todos los recaudos para cuidar a los clientes y a nosotras también. Luego de atender a alguien debemos limpiar y desinfectar todo lo que usamos. Y limpiar permanentemente el local. Usamos alcohol en gel y tenemos el paño húmedo con agua y lavandina para que la gente se limpie los pies antes de ingresar al local”.

Claudia dijo que se hizo difícil el período en que no los dejaban trabajar: “Uno tiene familia e hijos y tiene que vivir. Nosotros vivimos el día a día de nuestro trabajo. Y para quienes no tenemos otro ingreso fue muy complicado. Aún hay algún temor de la gente de venir. Por ahí no se anima mucho. Y mientras estuvimos cerrados la gente casi ni nos consultaba. Fue de apoco. A medida que se empezaron a ver más las canas y ese tipo de cosas nos comenzaron a consultar a ver que se podían hacer mientras nos habilitaban para trabajar. Y las mujeres siempre se quieren ver lindas y arregladas por más que estén todo el día en su casa. Ahora atendemos con turnos y acá, que tengo un salón bastante amplio, pueden venir  de a dos clientas. Pero todo con turnos y tomando los recaudos necesarios”, remarcó.

En tanto, a pocos metros, en el local de Natalia Rivera (calle Salta pasando San Luis) también encontramos clientas que habían pedido su turno.

Natalia expresó: “Hacía falta volver. Se extrañaba el trabajo, se extrañaba la rutina y el contacto con la gente. Y más allá de que había fondos la situación se comenzó a complicar por el hecho de que no se generaban ingresos. En mi caso, todas las clientas me llamaban y me preguntaban cuando volvía. Y no había una fecha precisa para la vuelta pero ni bien nos habilitaron para abrir avisamos y las clientas comenzaron a llamar para sacar su turno. El martes tuvimos una charla con las autoridades donde se nos explicó el protocolo y las medidas de prevención que se deben tomar. La atención es por turnos y la cantidad de gente en el local varía de acuerdo al espacio disponible en cada peluquería. El horario de trabajo que nos han dado es bastante amplio con lo cual lo podemos manejar nosotros. Entre clienta y clienta se toman una 15 minutitos para desinfectar herramientas y el espacio físico y pusimos el alcohol en gel en la puerta y el paño húmedo en agua y lavandina. El contacto estrecho con las clientas es inevitable pero tratamos de manejarlo y tanto yo como mis clientas usamos el tapabocas como medida de prevención. Lo importante es que las clientas son muy puntuales y eso también facilita y nos agiliza el trabajo”, concluyó.