A las 14:00 hs. del viernes se llevó a cabo la marcha contra la violencia de género en Monte Maíz. La misma fue impulsada desde el colectivo “Mujeres Auconvocadas” de nuestra localidad. Contó con la presencia de un centenar de mujeres lo que sorprendió hasta las mismas organizadoras.

Desde el principio se recomendó  -y durante la marcha se insistió- respetar el distanciamiento social para evitar poner en riesgo la salud de la población. Todas respetaron el uso del barbijo. Hubo madres con sus hijos/as, adolescentes y adultos. Todos marchando pidiendo justicia por los casos de Berabevú y de Monte Buey; femicidio el primero, abuso sexual el segundo.

La marcha se inició en la plaza General San Martín por calle 9 de Julio. Se marchó hasta calle Tucumán, luego se giró a la derecha por Entre Ríos hasta Jujuy; y de allí hasta 9 de Julio finalizando en el lugar de salida. Durante el trayecto hubo aplausos, cánticos y la lectura de un documento elaborado por el Movimiento Feminista de Monte Maíz que compartimos a continuación:

“Las mujeres autoconvocadas de Monte Maíz decidimos realizar esta caravan contra la violencia de género, aún en este contexto de pandemia que nos exige extremar cuidados, porque no podemos seguir sufriendo tanta violencia sin hacernos oír. Nos movilizamos por Julieta Del Pino, víctima de femicidio a manos de Cristian Romero, quien la secuestró, violó y asesinó. Pero lamentablemente la historia de Julieta es otra de tantas, ya que en Argentina matan a una mujer por día a causa de la violencia machista. Nos movilizamos por todas ellas, y porque no queremos seguir despidiendo a más mujeres por muertes absolutamente evitables.

Entonces también nos convocamos para reclamar: basta de violencia machista. Basta de que los hombres se crean dueños de nuestros cuerpos y nuestras vidas y que con ellas pueden hacer lo que les venga en gana. Basta de la violencia física y sexual que ejercen diariamente muchos varones sobre nosotras. Basta de la violencia psicológica ejercida a través de amenazas, insultos, gritos, menosprecios o indiferencia. Basta de la violencia económica que ejercen los padres que deciden no pagar las cuotas alimentarias de sus hijas e hijos, como método para disciplinar a sus ex parejas. Basta del acoso callejero, que tenemos que sufrir desde muy temprana edad, por parte de varones que sienten que pueden decirnos cualquier cosa en cualquier lugar.  Basta de la violencia institucional que ejerce la policía y la justicia al no tomar una denuncia, o no aplicar la ley  26.485, de Protección integral de las mujeres, por ejemplo, al no dictar las medidas de exclusión del hogar, o las perimetrales, o al no controlar su cumplimiento. Basta de la violencia mediática que ejercen los periodistas que nos revictimizan, nos culpan, no respetan nuestros tiempos ni nuestra intimidad. Basta de la violencia simbólica que sufrimos con cada prejuicio, con cada estereotipo, con cada imposición.

Nos unimos para decir basta a todo tipo de violencia machista, en la pareja, el matrimonio, el noviazgo, en la familia, en el barrio, en el aula, en el trabajo, en el pueblo. No toleramos más estas desigualdades. Lo decimos en primera persona porque lo que le hacen a una nos lo hacen a todas, y por eso acá estamos todas, transformando nuestra rabia en construcción, usando nuestro fuego para cambiarlo todo. No van a tener la comodidad de nuestro silencio nunca más. Vivas nos queremos. Ni una menos!!!”.

Ya en el cierre de la marcha, Tatiana Díaz, referente del grupo organizador, agradeció la presencia de tanta gente: “Es muy emocionante lo que hicimos hoy en Monte Maíz. La verdad es que no hay palabras para definirlo. Todas las organizadoras estamos con lágrimas en los ojos. Acá estamos para luchar y para demostrar que no somos como ellos. No somos violentas. Somos pacifistas y queremos una vida libre de violencia. Queremos volver a nuestras casas sin miedo. Queremos transitar nuestras vidas sin miedo y sin violencia patriarcal a la que estamos sometidas desde siempre. Vivas nos queremos y no nos van a tener en la comodidad de nuestro silencio nunca más”.

En la marcha estuvieron presentes Valeria Contín, Vanesa Contín y Estela Pacheco; madre, tía y abuela respectivamente de Nayara Ibarbia.