A más de un mes de la presentación de dos denuncias penales por ejercicio ilegal de la medicina, el caso del médico trucho Ignacio Nicolás Martín, que trabajó para el COE y el Municipio, ya tiene fiscal. En las últimas horas se resolvió que la investigación estará a cargo de Daniel Miralles, responsable de la Fiscalía de 4° Turno de los Tribunales de Río Cuarto.

Sobre el final del pasado viernes, el fiscal de 3er Turno, Fernando Moine (de turno), recibió el expediente, decretó su inicio y lo derivó, por concluir la Feria Judicial, al despacho de Miralles, quien recién lo empezará a analizar mañana, cuando el Palacio de Justicia vuelva a la actividad normal luego del receso de verano.

Martín, de 19 años, falsificó su DNI y utilizó la matrícula profesional de una médica para hacerse pasar como doctor. Estuvo trabajando en todos los brotes de coronavirus de la provincia de Córdoba y, sobre el último tramo del mes de agosto de 2020, cuando los casos empezaron a subir significativamente, desembarcó en Río Cuarto, junto con el doctor Diego Almada, uno de los referentes del COE Central.

Aquí se desempeñó como encargado del Centro de Operaciones Tácticas, cubrió guardias en los dispensarios y recetó medicamentos. Cuando el Municipio quiso contratarlo, el ardid del joven quedó al descubierto. Sin dar cuenta a la opinión pública (el caso salió a la luz esta semana a raíz de un planteo de Juntos por Río Cuarto), el 22 de diciembre de 2020 el Ministerio de Salud de Córdoba lo denunció en los Tribunales de la ciudad capital (lo mismo hizo el Consejo de Médicos).

Sin embargo, la investigación nunca se inició porque, tras pasar por algunas fiscalías de Córdoba, el expediente se derivó a Río Cuarto el 30 del mes pasado (último día hábil en el ámbito de la Justicia) y aquí llegó en plena Feria Judicial. Si bien la causa podría haber avanzado con el fiscal que estaba de turno, eso no sucedió. De esta forma, Martín ni siquiera fue citado a declarar.

Aclaración

El caso de Martín dejó en evidencia la debilidad de los controles en la administración pública provincial y la falta de eficacia de la Justicia para investigar un hecho grave como el ejercicio ilegal de la medicina en plena pandemia.

Por eso, ante la repercusión del episodio en los medios provinciales y nacionales, después de algunos días de silencio, el coordinador del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Ledesma, habló con El Doce y, según publicó La Voz, aclaró que Martín ingresó bajo una declaración jurada que establecía “las características de su profesión que no eran la médica y estuvo vinculado como voluntario, no como médico”.

“Estuvo haciendo tareas de hisopado, de carga de datos, de seguimiento de pacientes desde el punto de vista administrativo, como hace la mayoría de los voluntarios. Y, debido a la eficacia que tuvo en sus acciones como voluntario, se le permitió o se le solicitó poder tener un contrato y ahí salta todo esto”, explicó Ledesma.

De alta

Finalmente, cabe decir que, tras ser internado el viernes en el Instituto Modelo de Cardiología de Córdoba, Ignacio Martín firmó ayer el alta voluntaria para retirarse del nosocomio, de acuerdo con lo publicado por La Voz.

FUENTE: puntal.com.ar