Un episodio grave conmocionó a la comunidad educativa y redes sociales este miércoles 15 de octubre: durante el viaje de egresados de alumnos del IPET 267 de Bell Ville (Córdoba), un estudiante fue grabado usando un disfraz que simulaba una situación de violencia de género. El video fue difundido desde la cuenta de Instagram de la promoción y se viralizó rápidamente, provocando una ola de críticas y pedidos de sanciones. 

En las imágenes, el joven aparece caracterizado de manera ofensiva, mientras compañeros ríen y realizan gestos alusivos. Aunque la publicación fue eliminada, ya había comenzado a circular ampliamente y generado indignación social por trivializar un tema tan sensible. 

Comunicados y reacciones dentro del curso

Ante el escándalo, los propios estudiantes emitieron al menos dos comunicados:

• En uno, la división a la que pertenece el alumno pidió disculpas y afirmó que lo sucedido “está desligado de nuestra institución y acompañantes” y que no representa los valores enseñados. “Somos adolescentes … entendemos que es un tema delicado y que no debemos fomentarlo”, expresaron. 

• La otra división del curso adoptó una postura más enérgica: expresó “absoluto repudio por las recientes publicaciones”, calificó las imágenes como “violentas” y consideró que el primer comunicado era “insuficiente para justificar lo sucedido”

Ambos grupos coincidieron en que el hecho no era “una simple travesura”. “La mayoría somos mayores de edad… esto forma parte de una manera de mirar el mundo, de naturalizar las violencias contra nuestros cuerpos”, indicaron. Finalmente, pidieron que se revisen y sancionen a los responsables y se deslindaron de ellos, solidarizándose con la escuela y los docentes que están intentando contener la situación. 

Reflexión social e institucional

El caso abrió un debate sobre los límites del humor, la sensibilidad frente a las violencias de género y la responsabilidad de estudiantes e instituciones en el uso de redes sociales. Muchas voces opinan que estos actos no pueden verse como simples bromas, sino como manifestaciones que contribuyen a normalizar situaciones de abuso y agresión.

Por ahora, no se conoce públicamente si las autoridades del establecimiento aplicarán sanciones disciplinarias o medidas institucionales contra el alumno o los responsables de la difusión del video.

FUENTE: www.fmmedialuna.com.ar