FÚTBOL
30 de julio de 2020
SAN EMETERIO: EL PROFE DEL COMPLEJO ESPERANZA
EL EX DT DE LAMBERT LLEVA ADELANTE UN PROYECTO DEPORTIVO EN EL CENTRO SOCIOEDUCATIVO QUE ALOJA A JÓVENES CON CONFLICTOS CON LA LEY PENAL
Ignacio San Emeterio ha realizado capacitaciones on line que brinda el club Barcelona de España para entrenadores. También ha visitado a técnicos de Buenos Aires, en clubes como Independiente de Avellaneda, Arsenal de Sarandí o Banfield. También en el predio de AFA. Y se nutrió y aprendió de cada paso en este sueño que tiene de ser técnico en el fútbol profesional.
Pero San Emeterio, de 32 años, a la par lleva adelante otra tarea que es casi como un “máster acelerado” en manejo de grupos y personas. Porque, al fin y al cabo, el jugador de fútbol es, ante todo, persona.
“Nacho” trabaja desde hace dos años y medio en el Complejo Esperanza, el centro socioeducativo que aloja a jóvenes en conflicto con la ley penal en Córdoba.
Hasta allí lo llevó la redonda en un camino de aprendizajes, para liderar un proyecto deportivo y futbolero. Pero también de vida: armar un equipo de fútbol que es mucho más que eso.
“En estos dos años y medio trabajando en el Complejo Esperanza me ha tocado crecer muchísimo en un ambiente y en un espacio con chicos muy carenciados en muchos sentidos. Uno trata de dejarles una herramienta en cuanto al deporte, en cuanto a la disciplina. Eso me ha capacitado muchísimo. Y no podés certificarlo con un diploma, pero me ha dado una fortaleza muy grande. Fue una oportunidad laboral que necesitaba, porque el fútbol en Córdoba no es rentable para un DT de Liga Cordobesa. Se dio la oportunidad de ir a trabajar a ese lugar que me ayuda a crecer y la tomé”, le cuenta a Mundo D.
San Emeterio fue jugador de inferiores en Banco de Córdoba y Quilmes de Villa Allende, su ciudad natal. Aunque tempranamente fue padre y tuvo que abandonar, con 18 años. Poco tiempo después, el “bichito” de ser técnico se le metió en el cuerpo, mientras realizaba el profesorado de Educación Física en la Universidad Nacional de Córdoba.
Pasó por Huracán de barrio La France como PF, fue ayudante de campo en Universitario y Atalaya. Y, con 26 años, fue el DT más joven de la Liga en tomar una primera: dirigió a Unión Florida en Primera B durante un año y medio.
Luego, dirigiría en Lambert de Monte Maíz en el interior de Córdoba y también formó parte del cuerpo de técnico de las inferiores de Instituto, entre 2018 y 2019.
Hoy, se encuentra a la espera de una nueva oportunidad, mientras lleva adelante ese gran aprendizaje en el Complejo Esperanza.
Allí trabaja con unos 25 adolescentes, entre 16 y 18 años. Tras dos años de entrenamientos, ahora van en busca de armar un equipo.
“En el Complejo son chicos que necesitan mucho de la persona que está frente a ellos. Yo, cuando era joven, había hecho tareas de prevención de drogadicción acá en Villa Allende. Y en el momento que estaba trabajando en Instituto, apareció esto. Se estaba armando un equipo de trabajo para el Complejo Esperanza y la persona encargada (Elena Domínguez) me conocía. Me invitaron a ser responsable del espacio deportivo y fue un proyecto que se armó desde cero. Fuimos hacia el fútbol y tratamos de incorporar herramientas para los chicos. Trabajar la comunicación, el respeto, entrenar para mejorarse, tener objetivos, respetar pautas. Cada caso es particular, pero tratamos de llevar herramientas que sirven en la construcción de un equipo hacia el Complejo y que les sirva a cada chico para su vida una vez fuera del Complejo”, expresa San Emeterio, que en 2016 se recibió de DT.
“Yo siempre terminaba de alguna u otra manera haciendo de DT en el colegio de mis hermanos, en el equipo del barrio, donde fuera. Fue algo que llevaba adentro y me atrapó”, se sincera.
“En el Complejo siempre fue entrenamiento funcional al tratamiento de los chicos por problemas de consumo, pero nunca hubo un objetivo de armar un equipo. Ahora sí vamos a intentar a armarlo. Antes fue un espacio de entrenamiento de lunes a viernes, en post de mejorar la salud. Tuvimos encuentros, pero nada más. Ahora tenemos dos grupos de 12 chicos. No es que hacemos una selección del que juega bien o mal, sino buscamos los que tienen ganas de entrenar, de superarse. La idea es sostener ese espacio. Tenemos el apoyo y me han ayudado mucho tanto Directores, guardias y socioeducadores. Ahora nos toca entrenar y con el tiempo iremos dándole forma a ese equipo”, comenta quien está próximo a publicar su primer libro, “Método propio”, que saldrá en agosto.
Elena Domínguez, directora de Salud del Complejo Esperanza y Subdirectora de Prestaciones de Salud de SeNAF (Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia), expresó: “Cuando se decidió políticamente armar un centro terapéutico en el Complejo para tratar a los jóvenes con problema de consumo de sustancias, se buscó primero a la persona. Que tenga empatía con los jóvenes, y que tenga la fortaleza y entereza para no decaer en el trabajo, independientemente de los resultados obtenidos. Lo que buscamos y en definitiva, lo que le pedimos a la sociedad en general, es el compromiso para poder hacer que esta etapa que los jóvenes atraviesan sea realmente de aprendizaje para mejorar su modelo de vida. ‘Nacho’ fue una gran adquisición, esperamos contar con él mucho tiempo”.
Buscando una oportunidad
San Emeterio forma parte de una camada de entrenadores jóvenes de Córdoba, aunque a él no le gustan los encasillamientos ni que se hable de “recambio generacional”. Quiere ganarse su espacio por conocimiento, por su capacidad y por su trabajo. Sobre todo eso, trabajo.
“En enero de este año decidí salir de Instituto y estoy sin club, a la espera de alguna oportunidad. Buscándola a esa chance. Uno acepta que hay un montón de entrenadores con más experiencia. Mi lugar es tratar de crecer, por todos los medios que pueda. En esta etapa quiero aprender del proyecto que se pueda cruzar. El entrenador, en la etapa en la que estoy yo, tiene que tomar las experiencias que se vayan presentado. Mi perfil de técnico es de mucho estudio. El fútbol es un espacio que demanda cada vez mayor preparación y eso se tiene que trasladar a mayor simpleza”, completa quien se siente identificado con las formas y manejos de dos entrenadores: Marcelo Bielsa y el cordobés Rubén Magnano.
“Yo, con 32 años, llevo 10 trabajando en los clubes. No hay prisa para llegar a un objetivo máximo. Pero quiero trabajar en el fútbol y disfrutarlo con mi familia. Me gustaría estar vinculado a equipos del fútbol profesional. Es mi sueño. Yo quiero trascender, no sólo que me reconozcan si gano o pierdo. Me encanta ganar, pero uno quiere trascender a los resultados. Marcelo Bielsa es el referente máximo para mí, no solo por como juegan los equipos, sino porque va más allá del resultado. Me encantan los entrenadores que tienen normas claras. Podría decir que mis referentes son Bielsa y Rubén Magnano. Me gustan los técnicos que están convencidos y no negocian. En el fútbol hoy hay mucho discurso y poca realidad… En el Complejo uno aprende de esa realidad”, dice San Emeterio, que allí en el Complejo Esperanza trabaja y sueña con llegar bien alto en lo suyo.
“Los chicos necesitan una referencia adulta, que no sea alguien que los incrimine pero tampoco hay que complacerlos constantemente. En esa línea es donde obtuve el mejor aprendizaje, saber ajustar y soltar en el momento exacto. Ese día a día para convencer, es muy como en un equipo de fútbol. Son ciertas maneras de vincularse, son las llaves que usamos para llegar a la personas. Yo sueño con ser entrenador… Cuando me suena el celular siento que es un club o un representante. En el Complejo es mucho dar, pero para mí también es un gran recibir, un enorme aprendizaje.
Y en ese camino voy: aprendiendo y soñando con más”.
FUENTE: mundod.lavoz.com.ar