Diego Durán es fanático de Jorge Newbery y desde hace casi dos décadas, colecciona camisetas, indumentaria, calzados, pelotas, fotos y todo tipo de objetos que formen parte de la historia del Aviador de Ucacha.

El ucachense Diego Miguel Durán (45) canaliza su pasión por el club Jorge Newbery desde el perfil de un coleccionista paciente, a la par de su fanatismo por los colores rojo y blanco que le despierta el equipo de fútbol, del que se enamoró por herencia paterna. Ha dedicado las últimas dos décadas de su vida a rastrear, conseguir, rescatar y en algunos casos restaurar elementos u objetos asociados a la historia del Aviador. Arrancó juntando camisetas y cerca está de completar, con algunas réplicas de las casacas de las primeras décadas, el total de los 50 modelos utilizados por el club a lo largo de su historia. Con el tiempo, la cantidad y variedad de piezas atesoradas, lo impulsó a darle el formato y organización de un mini museo. Todo el contenido del inventario va camino a ser enmarcado o dispuesto dentro de alguna estructura apropiada para una mejor conservación. Anhela que su hijo Santiago (8) sea el continuador de este pasatiempo que no tiene precio ni final.

“Siempre me gustó atesorar camisetas de clubes en general, hasta que un día se me despertó la inquietud de empezar a juntar las de Jorge Newbery. Nunca imaginé que con el tiempo la cantidad de elementos vinculados al club terminarían formando parte de esto que llamo un mini museo. Las camisetas tienen el valor agregado de haber sido utilizadas en forma oficial. Las fui consiguiendo de distintas formas, a algunas me las regalaron de manos de ex jugadores o familiares de los protagonistas, a otras las compré y otras me las proporcionó el club. Durante mucho tiempo las tuve guardadas en perchas en un placar. Cuando la colección fue creciendo me decidí a encuadrarlas en un estuche de madera y vidrio. A cada camiseta luego le agregué la foto del equipo que la utilizó. Por falta de tiempo, para más adelante me queda referenciar la formación con nombres y apellidos de cada equipo, probablemente en formato de calcomanía”, comenta Diego, mientras repasa su cuaderno de anotaciones.

A lo largo de su historia, Jorge Newbery utilizó alrededor de 50 modelos diferentes de camisetas. Tras una minuciosa investigación y relevamiento, Durán se propuso completar la colección. “Me están faltando siete modelos que por tratarse de camisetas usadas en las primeras décadas de la historia del club es ya imposible de dar con las originales. Algunas eran camisas con botones o casacas con cordones en el cuello. Tengo previsto hacerlas en forma de réplica basándome en fotografías de la época. Ya lo hice así con la primera camiseta que utilizó el Aviador, cuyo diseño es blanco con una franca roja horizontal. Con los años el formato mutó luego a la blanca con franja transversal roja, en homenaje a River Plate pero con la banda en sentido inverso a la del Millonario. Así hasta llegar a la actual con rayas verticales”, enumera Diego, quien dentro de su inventario cuenta también con las casacas alternativas, las hubo negras y rojas, otras todas rojas, roja con franja blanca y hasta verde fluor. También está detrás de la historia de una camiseta inédita, blanca con un sol en el pecho, utilizada en un amistoso de pretemporada y que proporcionó de urgencia un fabricante local, al estar incompleto el único juego que disponía el club en ese momento.

Entre las camisetas originales, la utilizada por el equipo que se consagró campeón de la Liga Beccar Varela en 1981, es uno de sus tesoros más preciados. Sin embargo hay otra muy cara a sus sentimientos y es la que diseñó en 2010, para el centenario del club, un modelo que integra los tres diseños históricos y que además tuvo el honor de que fuese utilizado en partidos oficiales. “Para los 100 años de Jorge Newbery, además de integrar la comisión de fútbol, se me ocurrió a modo de homenaje confeccionar una camiseta que conjugara los tres modelos utilizados por el club en su historia. Fue además la primera vez que una camiseta incorporó la leyenda El Aviador y Los 14, en reconocimiento a la hinchada, con ambas leyendas una en cada manga, y el logo del centenario en el pecho. Ese año el club utilizó otros dos diseños: la blanca con la banda roja en forma transversal y la tradicional a rayas verticales.

Una vez que la colección de camisetas empezó a crecer, Durán se dedicó a coleccionar fotos de equipos de Jorge Newbery. Después se interesó por pantalones y medias, banderines, más tarde por botines y pelotas. “He conseguido botines antiguos y más acá en el tiempo, los de Nahuel Sánchez cuando fue goleador o de Diego Vanteson, el capitán en los últimos años. Cuando las inferiores de River Plate vinieron a jugar a Ucacha, el hermano de Daniel Villalva me obsequió para el museo un par de botines que en la suela están autografiados por el Keko. También fui juntando pelotas que tienen su historia o medallas, como la del subcampeonato del Clausura 2018, que me regaló el técnico Daniel Rodríguez. Tengo trofeos y hasta un bidón de agua con el logo del club, que pude constatar figura en fotos de formaciones de esa época, y estaba tirado en el basural. Sin proponérmelo hubo un día en que se dio la posibilidad de empezar a juntar remeras, buzos, equipos de pantalón y camperas, y hoy tengo algo más de 10 conjuntos”, comenta Diego.

Todos los productos de promoción que saca el club también tienen un lugar en el museo: llaveros, tazas, mates, lapiceras, pines, reglas, porta lapiceras, botellas de vino, calcomanías, posters, cuadros. “En el año del centenario, Newbery en cada partido entregaba al capitán rival un banderín alusivo que también lo tengo. Hay cajas y valijas con cintas de capitán, tarjetas de los árbitros, banderas, silbatos, más de 30 gorras sin usar, guantes de arquero y hasta hice cuatro réplicas de balones utilizados en las primeras décadas. Un objeto especial en la colección es una bocina que usaba años atrás la hinchada y que está pintada con la inscripción Los 14. Guardo mosaicos rojos de antes de que se hiciera el alisado en el salón social y también piedras negras y blancas que tenía el frente de la sede antes de la última reforma. Otro sector está dedicado a publicaciones del club y de medios locales y regionales, cartones de tómbolas y afiches”, describe Diego.

Todo lo que lleve estampado el escudo de Jorge Newbery tiene reservado un lugar en este obsesivo pasatiempo de Durán. “Esto es algo que nunca se va a terminar porque la colección se agranda año tras año, con el transcurrir de los acontecimientos. Tengo también una colección de fotos inéditas de festejos y de la hinchada. Mi sueño es que a esto lo continúe mi hijo. Le propuse a la dirigencia que si en el nuevo predio polideportivo se destina un espacio con ciertos recaudos, estoy dispuesto a trasladar toda mi colección allí, en una especie de comodato. Porque considero que a esto le falta la otra parte, que es estar a disposición de la gente para que lo visiten y sirva para generar un ida y vuelta, rememorar anécdotas, que los más chicos se nutran y conozcan la historia del club. Hoy está en mi casa y ahí no lo disfruta nadie, ojalá se pudiera concretar esto con una apertura a la comunidad, acomodado y organizado como un museo para visitar”, reflexiona Durán.

FUENTE: labeccar.com.ar