El Presidente de la Comisión del Festival Nacional del Malambo, Daniel Pasetti, deslizó la posibilidad de que se pueda llevar a cabo más adelante para que no quede un año vacío y sin campeón.

En declaraciones en Radio Línea dijo: “Ya habíamos pospuesto los preselectivos de agosto para el 30 de setiembre para tener un panorama de la evolución de la pandemia. Pudimos obtener de esta manera un panorama más claro aunque el mismo fue negativo. Por eso en la última reunión que tuvimos decidimos posponerlo pero no cerrarlo porque esto es día a día y no sabemos que es lo que puede pasar más adelante. Todos estamos pendientes de la aparición de una vacuna y poder realizarlo en algún momento del año para que no quede una edición vacía”.

La pandemia ha complicado todos los planes de esta 54° edición del más popular de los festivales;  puesto que una vez que finaliza uno, se descansa un mes y ya se empieza a trabajar para el próximo. Una vez que sale el reglamento para el próximo festival las 23 delegaciones se ponen a trabajar para la futura edición y eso este año no se ha podido hacer.

En palabras de Pasetti este es un festival en el que se trabaja todo el año para la organización. Y cuando apareció la pandemia la suspensión de una nueva edición se veía como casi imposible. Sin embargo, la realidad muestra un panorama complejo ya que estamos en un momento de muchos contagios en la región y la organización de un evento de esta naturaleza, dentro de este contexto, se ve como una utopía; por lo menos en los meses sucesivos.

La complejidad para la organización del festival es mucho mayor con respecto a otros espectáculos. Por la gente que llega cada año a Laborde y por tratarse de 10 noches de festival.

Al respecto Pasetti dijo: “Un espectáculo común tiene una actuación en una sola noche. Con lo cual respetando protocolos se puede llegar a hacer. En el caso del Festival Nacional del Malambo nosotros tenemos que alojar a 2.000 personas, porque son 23 provincias participantes, más las 5 delegaciones internacionales que nos visitan cada año por intercambio cultural. Es mucha gente que debemos alojar en distintos lugares, entre ellos en los colegios del pueblo. Y la verdad que esto, hoy por hoy, se ve imposible de hacer”.

Por último explicó que para que no quede un año vacío se está pensando en un formato distinto del festival para cuando las condiciones sanitarias lo permitan: “Pensamos en un festival intermedio. Que se pueda realizar en julio por ejemplo. En el salón de uno de los clubes. Es decir, sería un festival acotado y adaptado a las circunstancias que nos permita la pandemia o la pospandemia.  La fecha la dejamos en suspenso porque eso no lo podemos asegurar”, concluyó.