En Arias, 42 jóvenes han iniciado una verdadera revolución ambiental, y un proyecto que inicialmente surgió con el objetivo de juntar dinero para el egreso se convirtió en una cruzada por el cuidado del medio ambiente.

Los protagonistas son los estudiantes del Instituto de Enseñanza Comercial de Arias (Ieca), que ante la sugerencia de una mamá, pusieron manos a la obra para reciclar distintos materiales y venderlos. Pero poco tiempo pasó para que se dieran cuenta de que su tarea podía ir más allá y hoy son generadores de conciencia ambiental.

Así, junto a sus padres y con el apoyo de la Municipalidad, se encargan de recorrer las calles recolectando botellas, cartones, plásticos, que luego seleccionan y acondicionan para entregarlos a la planta de tratamiento de la localidad.

En diálogo con Puntal, contaron de la experiencia y entusiasmados aseguran que hoy el fin recaudatorio que perseguían pasó a segundo plano; ahora su meta es generar conciencia en todos los habitantes para que hagan un adecuado tratamiento de los desechos.

Verónica Chávez es la mamá que entusiasmó a los chicos para llevar adelante este proyecto. Pero ya son 42 jóvenes y sus familias los comprometidos en la tarea.

Hoy, cuando recorren las calles de Arias, están atentos a cuanto material que pueda ser reciclado y se encuentre en veredas o puertas de comercio. Inmediatamente, un llamado activa el “protocolo” para que prontamente llegue un vehículo, cargue el material y lo lleve a un galpón donde es preservado hasta entregarlo para su reciclaje y venta.

La gestora de la idea comentó que en el 2020 fue su hijo mayor, que egresaba, el que impulsó la idea. Pero la pandemia truncó su concreción.

Este año, con los chicos que egresarán en el 2023, entre los que se encuentra otro de sus hijos, volvió a plantearla. Y la idea prendió de inmediato.

Firma de convenio

Hace pocos días, el intendente Matías Gvozdenovich firmó un convenio de colaboración con el grupo de padres de esa promoción del Instituto de Enseñanza Comercial de Arias (Ieca), que da un marco legal a esta iniciativa.

“El entusiasmo de los chicos es contagioso, sus papás están muy comprometidos. Así, una idea que surgió para juntar dinero se convirtió en una cruzada por el medio ambiente”, señaló Chávez.

Los chicos se han convertido en protagonistas de un proyecto inédito. Junto a sus padres son recuperadores de materiales que luego venden al Municipio.

Los inicios

La tarea comenzó primero reciclando en los hogares y separando aquel material que podía ser reutilizado. Luego los chicos se encargaron de hacer folletos y contagiar a vecinos y comerciantes para que se sumaran a la tarea.

“Ahora la gente se acerca voluntariamente y nos dice que tiene material para entregar, por ejemplo después de fiestas o eventos”, comenta la mamá. “Estamos generando un efecto dominó”.

Son los chicos quienes se encargan de recolectar el material y luego lo resguardan en un galpón que puso a disposición otra mamá. También clasifican los residuos y los agrupan para luego llevarlo a la Planta de Tratamiento «San Francisco de Asís».

“Una vez por semana pedimos un carro a la Municipalidad para llevar todo el material a la planta. Allí se pesa y se determina el monto a pagar. Al final del mes se hace la liquidación que corresponde y va a un fondo común”, detallaron.

Una idea que se fue transformando

David Stassi es uno de los estudiantes iniciadores de esta propuesta. Y detalla: “Fue una tarde tomando mates en la casa de Vero cuando nos planteó que podíamos hacer esto. Lo charlamos y de a poco empezamos. Ahora somos 42 los chicos que participamos. Y mucha gente del pueblo que nos acompaña. Hoy nos moviliza más la idea de cuidar nuestro ambiente y que toda la comunidad se involucre”.

Suma su voz Pilar Flores, otra de las estudiantes que cuenta en detalle cada paso que ejecutan, al tiempo que subraya que ahora la idea que más los entusiasma es lograr que toda la comunidad se sume para cuidar el medio ambiente.

“Lo ideal es que se haga mucho más grande, y que todos aprendamos a separar la basura”, sostiene.

Para finalizar, la joven sintetiza la idea puntualizando: “La verdad es que surgió como un proyecto para juntar planta para la promo y terminó enfocado en ayudar y cuidar el medio ambiente”, compartió.

El compromiso de todos

Orgulloso de los jóvenes de su comunidad, el intendente Gvozdenovich destacó: “Los chicos nos dan una lección de compromiso social, los padres ayudan y alivian los costos de la fiesta y la comunidad recupera más reciclables para cuidar el ambiente”.

“Es una acción bárbara. Entre los chicos y los papás, en una iniciativa excelente, están comprometidos en cuidar el medio ambiente. Hay una armonía en el grupo admirable. Y que el Municipio sea la otra pata que completa el circuito es bárbaro”.

FUENTE: puntal.com.ar