Luego del anuncio de que el Padre Roberto Ferrari será Obispo auxiliar de Tucumán, quien fuera sacerdote en Monte Maíz mostró su satisfacción ante el nombramiento por parte del Santo Padre.

En la charla nos contó que está atravesando la enfermedad del COVID-19 con algunos síntomas tales como tos seca, fatiga y agitación. De todas maneras agradeció el acompañamiento de la gente y los más de 900 mensajes que recibió en su celular desde que se conoció la noticia.

En declaraciones en radio Línea el Padre Boby dijo: “Que me disculpen si voy lento con las respuestas de los mensajes porque tenía más de 900. Además con el COVID no he podido ponerme a contestar pero agradezco enormemente las demostraciones de afecto y de cariño. Al otro día que me dieron la noticia me agarró el COVID. Yo pensé que era una baja de defensas que me había agarrado por el susto que tenía; pero no. Resultó que soy COVID Positivo. Cuando escuché la llamada del Nuncio Apostólico lo primero que pensé fue: “ojalá no sea cierta esta llamada”; porque uno sabe lo que eso implica. Y luego uno lo asume. Sabe que es un servicio y es algo lindo que la Iglesia nos encomienda. Pero en el momento se me vino eso a la cabeza porque hace tan poquito que estaba acá (como Rector del Seminario de Río Cuarto) y me parecía que no podía terminar tan pronto. Además es algo que nunca lo había pensado tampoco”.

Se estima que estará asumiendo sus funciones como Obispo Auxiliar de Tucumán en los primeros días del 2021: “Primero tengo que recibir la ordenación episcopal. Y eso probablemente ocurra en diciembre o en enero. Y espero que eso se pueda hacer acá en Río Cuarto. Yo creo que a principios del año que viene estaré reiniciando las actividades allá en Tucumán. Eso seguramente es lo que más me va a costar. Irme a otro lugar y tan lejos. De Monte Maíz me costó venirme para acá. Pero estamos a unos 200 kms. así que cuando podía me llegaba como he hecho durante estos 3 años. Pero ahora es distinto porque es mucho más lejos. Y por eso me cuesta un poco más”.

El Obispo titular de Tucumán se llama Carlos Sánchez, a quien el Padre Roberto definió como una muy buena persona, alegre y con quien siempre tuvo un muy buen trato y mucho diálogo. La tarea de Ferrari será justamente la de dar una mano al Obispo; estar con la gente pero también estar con los sacerdotes de esa Diócesis. También hay una jerarquía que se llama Obispo Coadjutor; en este caso puede ser nombrado también por el Papa pero por su propia decisión o por pedido del propio Obispo titular. Esto sucede cuando el Obispo tiene cierta edad que puede hacer pensar en su renuncia a sus funciones por la edad, estado de salud, etc.