INTERÉS GENERAL
1 de agosto de 2021
EXPERIMENTADO PILOTO YA VUELA EN MONTE MAÍZ
TRABAJA PARA EL EMPRESARIO CLAUDIO NEBBIA
Un piloto de líneas aéreas con experiencia en vuelos comerciales está en Monte Maíz sumándose a las empresas de Claudio Nebbia. Se trata de Tadeo Jamroz, un piloto de toda la vida. Ya desde muy chiquito soñaba con poder volar. Él es oriundo de Valencia, Estado de Carabobo en Venezuela. Y vivió en nuestro país desde el año 1974 hasta 1987.
En declaraciones en Radio Línea expresó: “En el año 1979, yo tenía 19 años y mi tío, que fue quien me crió, viendo que yo estaba siempre detrás de un avión quiso darme con el gusto de comprarme un aeromodelo. Sobre todo porque yo era muy insistente. Y un amigo de trabajo de mi tío le dijo: “y por qué en lugar de comprarle eso no lo llevas al aeroclub?”. Y eso hizo. Me llevó a ese lugar. Pero como yo era muy joven quería algo más moderno pero no me estaba dando cuenta de que era el mejor lugar para aprender a volar ya que estaba en el Aeroclub de Speletta en Berazategui. Luego hice el curso de piloto ahí. Hice algunas horas de vuelo ahí; pero dadas las condiciones en las que se encontraba el país en ese momento, no era muy fácil hacerlo. Pero ahí hice mis primeras experiencias. Ya en el año 1987, buscando mis alas me fui para Venezuela”.
El Contacto con Claudio Nebbia:
Al respecto dijo: “Un día publiqué en las redes sociales mi currículum porque estaba trabajando en una empresa textil –importación y ventas de telas- y sentí que ya había llegado a mi techo ya que trabajaba de eso para sostener a mi familia pero no tenía nada que ver con la aviación. Fue por eso que buscando algo más propicio para mí decidí publicar mi currículum. Y con tantos contactos que uno tiene en las redes sociales alguien le hizo llegar mi teléfono a Claudio. Y un día, en viaje en tren desde Berazategui, sonó mi teléfono y era Claudio que me hizo la propuesta laboral ya que él quería comprarse un avión. Me preguntó si yo estaba interesado en volarlo y me pintó un panorama de todo esto. Yo le conté que a mí me estaba gustando lo que me contaba y que yo no tenía ninguna objeción en venir a trabajar aquí. Así fue que nos fuimos conociendo hasta que un día me trajo para acá. Afortunadamente mi esposa es una gran compañera y no tuvo reparos en que yo venga a trabajar a Monte Maíz. Ella también es venezolana y está ligada a la aeronáutica”, expresó.