RELIGION
14 de marzo de 2018
EL PADRE ROBERTO FERRARI ENTREVISTADO POR PUNTAL
LA ENTREVISTA TUVO LUGAR EN EL MARCO DE LA ASUNCIÓN COMO NUEVO RECTOR DEL SEMINARIO DE RÍO CUARTO
La Ceremonia de Asunción tuvo lugar el lunes 12 de marzo en el Seminario de la Diócesis de Río Cuarto. El Padre Roberto Ferrari estuvo casi por diez años al frente de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced de nuestra localidad. La misa la ofició el Obispo Monseñor Adolfo Uriona quien puso en funciones al Padre Boby, como se lo conoce en Monte Maíz. A continuación transcribimos la entrevista del Diario Puntal de Río Cuarto:
“La expectativa que tengo al asumir es la de cumplir de la mejor manera la tarea de formar a los futuros sacerdotes. Es un servicio que me pide la Iglesia, particularmente la Diócesis. Tenemos la suerte de contar, desde hace poco tiempo, con nuevas normas para la formación sacerdotal, por lo que trabajaremos en esa línea”, indicó Ferrari.
-¿Se imaginó alguna vez que le iba a tocar ocupar este lugar?
-Yo estaba como párroco en Monte Maíz. Todos los que pasamos por el Seminario en algún momento -yo estuve 10 años como formador- sabemos que siempre hay una posibilidad de volver. Cuando designaron al padre Araya como obispo de Cruz del Eje empecé a escuchar que mi nombre sonaba como posible sucesor junto al de otros sacerdotes, por lo que no fue una sorpresa total.
-¿Cuántos años lleva como sacerdote?
-Junto a algunos compañeros estamos cumpliendo 25 años como sacerdotes.
-¿Cuál será la tarea central que encarará como rector del Seminario?
-La tarea específica es la formación de los futuros sacerdotes. A veces uno lo equipara con una carrera y la verdad es que es mucho más amplio. La formación sacerdotal tiene varias dimensiones. Una de ellas es la intelectual, la otra es la humana, la tercera es la espiritual y la última es la pastoral. De esta manera, la formación consiste en integrar y llevar de un modo orgánico estas cuatro dimensiones para que no queden aisladas.
-A nivel general se está hablando de una crisis en las vocaciones sacerdotales y de monjas, ¿es un desafío buscarle una vuelta?
-Si bien depende de la libertad de cada uno el ingresar al Seminario, la realidad es que es fundamental que exista un llamado de Dios. Hay que discernir si es Dios el que me llama, el que está poniendo ese anhelo en mi corazón. Por supuesto que a nadie se lo obliga a ingresar al Seminario. Dios es el que está interesado en que haya vocaciones. Dios siempre está llamando pero, a veces, como vivimos tan acelerados en el presente, no tenemos tiempo para hacer silencio y escuchar ese llamado que invita a muchos jóvenes a seguirlo en la vida consagrada. Es bueno que, en medio de una crisis de vocaciones, las familias inculquen a sus hijos la capacidad del silencio para escuchar.
-¿Cómo ve la crisis vocacional?
-Si bien es cierto que hay una crisis vacacional en Latinoamérica, en otras partes del mundo están creciendo las voluntades. Dentro de todo, nuestro Seminario está manteniendo la cantidad de seminaristas. Este año ya ingresaron 12 muchachos al Seminario, 3 de los cuales son de nuestra Diócesis. También tenemos chicos que llegaron desde Río Gallegos, Alto Verde, Neuquén, Cruz del Eje y Villa María. Los que vinieron desde la Patagonia se formarán aquí durante un año y después pasarán al Seminario de la Patagonia que funciona en Buenos Aires. En total, en el Seminario están formándose unos 40 seminaristas de distintos lugares.
-La Diócesis de Río Cuarto tiene una gran extensión, ¿toda la demanda de sacerdotes está siendo satisfecha?
-Todas las parroquias están cubiertas. Es un momento distinto al que se vivía cuando nosotros nos estábamos ordenando de sacerdotes, donde había una mayor cantidad de curas. De hecho, en aquel tiempo, muchas parroquias contaban con dos sacerdotes. Ahora no podemos tener la misma cantidad, pero sí podemos asegurar que todas tengan un sacerdote. Hay algunas que tienen dos curas. Son aquellas que están ubicadas en ciudades con una mayor cantidad de habitantes o que tienen colegios a su cargo. Por supuesto que hacen falta más porque la tarea siempre es mucha. Cuanto más sacerdotes haya, mejor. De todas formas, si comparamos nuestra Diócesis con la de la Patagonia, estamos bien, cubriendo las necesidades.
FUENTE: www.puntal.com.ar