En cualquier situación que nos genera incertidumbre aparece la ansiedad. Paro también puede llegar a aparecer el pánico. Si bien son dos cosas distintas se puede decir que ambas están emparentadas.

En un micro de “Cultura en Casa” –Programa de la Dirección de Cultura Municipal-, el Lic. en Psicología Ariel Nervo se refirió a ello: “La ansiedad es una energía bastante normal en el ser humano que, por lo general, nos prepara para algo. Nos pone alerta por decirlo de algún modo. Un poco de ansiedad es siempre como el motor de las cosas que van a venir. Siempre está relacionada con el futuro. Ante la situación inédita que nos toca vivir (la pandemia del coronavirus) puede pasar que las personas manifiesten un poco de ansiedad en sus acciones y/o en sus pensamientos. Algunas personas lo pueden manifestar en el cuerpo: comiéndose las uñas o moviéndose de un lado hacia el otro. Otras personas lo manifiestan más en sus pensamientos a través de una lluvia de ideas imparable de cara al futuro. La ansiedad nos lleva a estar un poco adelantado a las cosas y tratamos de cubrir ese futuro incierto con información. Esto nos lleva a consumir mucha más información de lo normal para saber que es lo que va a pasar. Ese exceso, muchas veces, nos hace representar un escenario temible de las cosas. Esto hace que la ansiedad aumente y se convierta en un círculo vicioso”.

Al referirse al pánico, expresó que ya es una etapa superior a la ansiedad: “Es una escala de desborde. Cuando la ansiedad es inmanejable y tenemos respuestas físicas –sensación de ahogo, falta de aire, mareos, etc.- se constituye en un estado de desesperación. Los pensamientos se distorsionan, se exageran y se generaliza todo. En esta situación podemos llegar a tener acciones desajustadas; manotazos de ahogado que terminan siendo contraproducentes. Cuando uno entra en un estado de pánico las acciones suelen ser impulsivas, exageradas y sin demasiada conciencia”.

Este tipo de acciones, generadas por el pánico, pueden ser ilustradas en estos tiempos con ejemplos que hemos visto a diario. Como fue el caso de comprar muchas unidades de alcohol en gel; o cuando alguien va al supermercado y llena los carritos por temor a un desabastecimiento por ejemplo.

Las personas más vulnerables son aquellas que ya sufren de pánico y en una situación como la que estamos viviendo suelen sufrir crisis de este tipo. En estos casos es necesario saber que si se  encuentran con alguna medicación de ese tipo, no la deben abandonar y que tienen que seguir  con todas las recomendaciones indicadas por su Médico.

Para dominar la ansiedad, el Lic. Ariel Nervo dio algunas recomendaciones: “Para empezar hay que aceptarla. Estamos en una situación que es “anormal” o incierta y es lógico que las personas tengan respuestas de ansiedad. Lo recomendable es centrarnos y vivir en el presente y vivir en el día a día. Hay que conectarse con el entorno cercano y con aquellos que nos podemos comunicar. Y fundamentalmente hacer cosas concretas: arreglos en la casa, tareas de hogar, manualidades, cocinar. Es decir, todo lo que nos conecte con el presente y le ponga freno a los pensamientos del futuro. Resulta muy necesario tratar de dominar la ansiedad porque puede traer insomnio, preocupaciones vanas y cansancio físico como consecuencia de no poder dormir. Es importante que cada uno encuentre pequeñas salidas para su ansiedad”.

Por último explicó que es normal que esto nos esté sucediendo. Y  va a calmar a medida que el panorama sobre esta pandemia se vaya aclarando. Ante la situación incierta que vivimos y el bombardeo informativo al cual estamos sometidos,  nos sentimos muy aturdidos. De allí, la necesidad de canalizar esa ansiedad a través de pequeñas salidas generadas por nosotros mismos.