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Monte Maíz

EFEMÉRIDES

2 de abril de 2021

2 DE ABRIL: MALVINAS EN PRIMERA PERSONA

TESTIMONIO DE UN VETERANO DE GUERRA DE MONTE MAÍZ, CLAUDIO PETRUZZI

Claudio “Tato” Petruzzi es uno de los veteranos de Malvinas de Monte Maíz. Hoy, radicado en Rosario, ejerce su profesión como Médico Neonatólogo en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria.

A través de una video llamada hizo declaraciones en ZONA DE NOTICIAS en las que indicó que es una fecha muy especial porque Malvinas dejó una huella en el pueblo argentino. Contó que en esa época le tocó hacer el Servicio Militar en Río Cuarto pero que luego pasó a Comodoro Rivadavia y el destino final fue Colonia Sarmiento, provincia de Chubut. Esta última localidad era un destino que ya les había tocado a muchos cordobeses mientras transitaban la experiencia del Servicio Militar. Desde allí, Petruzzi pasó directamente a Malvinas.

Sobre esta fecha y sobre la experiencia dela guerra, expresó: “Para nosotros Malvinas no es solo el 2 de abril sino que son todos los días del año. Uno convive con Malvinas. Por mi parte yo acá en Rosario tengo un grupo de compañeros que conformamos una institución que nos contiene bastante y en la cual tenemos actividades de manera permanente. Pero sin dudas que la fecha es muy importante. Yo llegué a Malvinas el 2 de abril de 1982 pero fue en la noche del 1° de abril en el que nos notificaron que nos íbamos a las Islas porque esa misma madrugada se iba a estar recuperando ese territorio. Y por eso nosotros acá en Rosario hacemos una vigilia que comienza cada 1° de abril y que luego continúa con los actos del 2 de abril. Los recuerdos que me vienen a la mente es que el camino a Malvinas fue un impacto muy grande porque era la primera vez que me iba a estar debatiendo entre la vida y la muerte. Era una situación inimaginable el día en el que, en principios de febrero, me iba de Monte Maíz, acompañado de mi madre y de mi hermano, porque me iba al Servicio Militar. Recuerdo que mi viejo se quedó en casa. Me despidieron y yo me fui sin pensar que eso me iba a depositar en las Islas Malvinas”.

Petruzzi dijo también que los primeros días fueron como una especie de mudanza ya que permanecieron en la periferia de Puerto Argentino. Luego, al pertenecer él al equipo de sanidad,  fue trasladado a un galponcito de una casa de Puerto Argentino. Se vivió como un período de mucha incertidumbre hasta que a fines de abril los soldados fueron destinados a distintos lugares.

Petruzzi estuvo con un compañero de trinchera de Esquel, al lado del aeropuerto. Allí permanecieron desde fines de abril hasta el final del conflicto. Regresaron al continente recién el 19 de junio.

En la trinchera convivió permanentemente con los bombardeos, tanto navales como aéreos: “El primer ataque ingles fue el 1° de mayo. Nos sorprendió mientras hacíamos una guardia. Y a partir de allí convivimos con los bombardeos de forma permanente. Sumado a ello vivíamos en un clima muy adverso para quienes vivimos en la región centro del país. Es un clima frío y un terreno muy húmedo. Las trincheras se nos inundaban permanentemente”.

Las posibilidades de comunicación con los seres queridos eran muy remotas. Sin embargo, Petruzzi tiene recuerdos marcado a fuego de la cercanía de su familia durante el conflicto: “En las Pascuas de 1982, un 11 de abril, recibí una encomienda de mi familia que la pude compartir con mis compañeros. En ese momento estábamos en una carpa y recibir eso fue como un regalo que te daba “el de arriba”. Y tengo cartas; ya que durante un tiempo recibí cartas de mi familia hasta que a fines de abril cuando nos trasladaron hasta la trinchera perdí todo contacto con mi familia hasta que regresé. En la trinchera fue un escenario completamente distinto porque había que cumplir con las guardias y durante el día cumplía actividades de camillero. Las guardias eran cada cuatro horas durante la noche y luego comenzaron a ser cada dos horas. Nosotros estábamos en una zona un poco más alta que las trincheras que estaban en la primera línea y por eso teníamos que controlar todo el tiempo durante la noche. Los días transcurrían mirando al horizonte, atentos a que no aparecieran barcos y escuchando las alertas rojas cuando había ataques aéreos. Como dije antes, convivimos todo el tiempo con la vida y con la muerte”.

Los combatientes de Monte Maíz volvieron todos; Sergio Rodríguez, Luis Salaberry, Héctor Tolosa, Dante Arocena, Roberto Carranza, Leonardo Grivarello y Claudio Petruzzi.



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