El consumo de lácteos en el país sigue en caída libre tras un desacople abrupto entre el valor de los productos y el ingreso promedio de la población, en particular de la clase media.
De acuerdo a un informe del Observatorio de la Cadena Láctea (Ocla), en términos generales la demanda acumulada de los primeros siete meses del año se retrajo un 14,8% en cantidad de productos y del 12% en litros de leche equivalente. Pero hay lácteos con un derrumbe mucho más significativo, como el caso de leches saborizadas o chocolatada, con bajas del 44%.

Las ventas presentaron en julio un volumen 28% superior a junio y en litros de leche equivalente crecieron un 25,1% en la comparación total mensual y un 21% en el promedio diario.

Sin embargo, la comparación interanual (julio de este año con respecto al mismo mes de 2023) indicó una disminución en volumen del 0,1% y un leve aumento del 0,2% en litros de leche equivalentes.

“Puede observarse en el último mes un importante recupero en todos los rubros de productos sin distinción de commodities y valor agregado respecto al mes anterior y en el mensual interanual, aumento de las tres principales pastas de quesos, leches refrigeradas y yogures”, explica el informe.

Y luego agrega: “El acumulado del período enero-julio del 2024 muestra una caída del 14,8% en volumen de productos y del 12% en litros de leche equivalentes (-12,7% en el promedio diario)”.

En el detalle puede observarse que, analizando por grupo de productos, hay una caída muy importante en todos los rubros, en el que quesos lleva la menor reducción en litros equivalentes. Los productos de mayor valor agregado y unitario como quesos de pasta muy blanda, quesos rallados, leches saborizadas, yogures, flanes y postres “presentaron una gran caída asociada a las subas de precios y al retraso en el poder adquisitivo del sector medio de la población que demanda en mayor cuantía estos productos”, dice el trabajo.
El informe remarca luego que escenarios, como el actual, “en los que hay un fuerte deterioro de los ingresos reales de la población hacen que proliferen las ‘ventas informales’ que obviamente ninguna estadística puede registrar y además han crecido fuertemente productos que por precio sustituyen el consumo de lácteos, como rallados, bebidas con lácteos, margarinas y otros similares”.

Otros datos relevantes que muestra el OCLA es que se ve por un lado el descenso en el total de ventas de leches fluidas que se viene dando en los últimos 8 años. Por otra parte, se evidencia claramente cómo fueron creciendo en participación las leches no refrigeradas en detrimento de las leches refrigeradas, aunque en estos últimos meses hubo una reversión a ese proceso, volviendo a recuperar algo de terreno las leches refrigeradas, posiblemente por menor costo.

Por otra parte se destaca que productos como las leches saborizadas o chocolatadas, que presentaron una muy alta tasa de crecimiento en el año 2022 (24,2%), y que era sólo por efecto de comparar con un año en el que las ventas fueron extremadamente bajas, en 2023 lograron mantenerse prácticamente iguales, pero ahora en 2024 se desploman un 44,2%, casi a niveles de pandemia. Situación bastante parecida presentan yogures, postres y flanes.

Para los quesos, el principal rubro de destino de elaboración y comercialización de productos, se da una situación de caída más atenuada en la que se prioriza por precio, al peso (fraccionados) y con prevalencia de productos más commodities (cremoso, barra y duros “frescos”) que especialidades.

“Las bajas de ventas fueron generalizadas y muy pronunciadas, indicando claramente el desfasaje entre precios e ingresos, pero en su mayoría los productos logran una importante recuperación en el último mes disponible”, indica el OCLA.

Pero luego aclara: “A pesar de los comentarios, respecto al cuidado que hay que tener al analizar las bajas y subas de ventas de los diferentes productos en el período actual, lo que es contundente es que las ventas y por ende el consumo, presentan en los últimos años una tendencia a la baja en general y una primarización del mismo (productos más básicos: leches fluidas no refrigeradas, quesos al peso de segundas y terceras marcas y yogures bebibles de litro) en detrimento de aquellos productos de mayor valor agregado y más caros”.

En el diagnóstico, el informe reitera que “esta situación sin duda se da por un fuerte deterioro de los niveles de ingresos reales, fundamentalmente de los segmentos medios de la pirámide de ingresos, lo cual, al margen de reducir el volumen de consumo, afecta el valor del mix de ventas haciendo que se facture un menor valor en las ventas internas, que claramente reflejamos en los análisis de la cadena de valor cuando mencionamos los bajos valores del Mercado Interno en dólares respecto a otros países”.

Pero luego cierra con algo de optimismo al considerar que “en los últimos meses se nota un incremento del poder adquisitivo del mismo medido en Litros de Leche Equivalentes (LLE)”.

FUENTE: www.puntal.com.ar