Marcos Salvay hace mucho tiempo que trabaja solidariamente en grupos de acción católica en Monte Maíz y desde hace unos cuatro años se dedicó, junto a algunos compañeros, a misionar en el norte de Santiago del Estero en donde encontró una realidad bastante diferente a la nuestra. Hace un mes y medio, movilizado por su vocación de ayudar, decidió largar todo y se radicó en Weisburd , más conocido como Weisburd “El Bravo”, un pequeño pueblito de 2500 habitantes ubicado en el Norte de la Provincia de Santiago del Estero. Allí sus pobladores viven en estado de pobreza extrema y es más fácil descubrir las necesidades de la gente que las bondades de la vida. Es una zona de monte donde la mayoría de la gente vive en ranchos y la situación social suele ser desesperante para quien lo ve desde una perspectiva de comodidad como la de cualquiera de nosotros. Para ubicar geográficamente el lugar, Marcos indicó que se llega a través de la Ruta N° 34 que va a las Termas de Río Hondo; hay que llegar hasta una localidad que se llama Colonia Dora y allí hay que desviar a la derecha hacia Añatuya, pasando esta localidad está Quimili y 40 kms. más arriba, donde muere la ruta, está Weiburd.

Marcos, en la actualidad forma parte de la Fundación “Dignamente” que trabaja para erradicar la desnutrición infantil en Argentina. Y tiene su primer Centro de Prevención en Quimili, donde el joven de Monte Maíz es coordinador del mismo y tiene como proyecto crear un Centro de Prevención en Weisburd. Hoy se encuentran en la etapa de relevamiento, trabajando con familias con hijos menores de cuatro años en esa localidad y en parajes aledaños.

Sobre su trabajo en esa parte de nuestro país, contó: “Desde el Obispado de Río Cuarto se hizo un nexo con el Obispado de Añatuya – donde extrañan mucho a Monseñor Adolfo Uriona -, se presentó un proyecto a Monseñor José Melitón y conseguí alojarme en la casa de una Congregación que ya no está ahí, debió trasladarse a otro lugar. En distintas misiones que realizamos años atrás parábamos ahí, así que yo ya conocía el lugar. Mi trabajo en este momento es recorrer los lugares, las casas, charlar con las familias y descubrir las problemáticas que es el paso previo que necesitamos dar para fundar un Centro de Prevención en Weisburd. Los jueves estoy en Quimili donde estoy de coordinador del Centro de Prevención. Allí asisten las mamás con sus niños en situación de desnutrición. Llegan a las ocho de la mañana y se van a las doce. Dentro de esta metodología nosotros somos parte de este proyecto Nacional que se llama “Familia CONIN” con el Dr. Abel Albino a la cabeza. Esto implica que la mamá llega al Centro de Prevención, va al área de Jardín donde están las maestras que atienden a los niños mientras las mamás pasan a un salón donde se trabaja en Educación para la Salud y en Artes y Oficios. Mientras tanto también van pasando al área de Pediatría, Nutrición, Fonoaudiología y Estimulación Temprana; es decir, la mamá va recorriendo cada una de las áreas con su bebé todas las semanas”, explicó.

Describió que es un lugar donde no hay mucho por hacer y que en lo que queda del monte la gente puede trabajar en la leña o el carbón pero la mayoría de las familias son subsidiadas por el Estado. El 80% de las viviendas son ranchos y no cuentan con ningún tipo de servicio. Aclaró también que a través de la Fundación “Dignamente” tiene un sustento económico que le permite dedicarse Full Time a este tipo de trabajo social.

Luego de contar su nuevo estilo de vida invitó a la gente de Monte Maíz a apoyar una Campaña Solidaria cuyo lema es: “Por una Argentina sin Desnutrición”, cuyo foco está puesto en la desnutrición infantil. Para ello se puede colaborar con leche en polvo o larga vida ya que es lo más urgente. Aunque también se necesitan pañales y alimentos no perecederos. Si bien la Campaña se va a iniciar a fin del mes de noviembre quienes quieran colaborar se pueden comunicar con la Familia de Marcos Salvay en Monte Maíz y con la Parroquia Nuestra Señora de la Merced para que nuestro Pueblo se sume también a esta movida solidaria.