Luego del informe brindado por la empresa Gas de Monte Maíz S.A. en la tarde del viernes en el que desmintieron versiones periodísticas sobre un presunto caso de maltrato hacia una mujer en una reunión que tuvo lugar en el mes de febrero del corriente año, el Periodista Carlos Maldoni habló con Natalia Martínez, Directora de la empresa por el grupo de Accionistas minoritarias, quien habría sido víctima de un improperio en aquella tarde.

Natalia Martínez dijo en Radio Línea: “Esto está en manos de la justicia aunque a mí me costó mucho llevar este Caso a la justicia. Un poco por lo que generalmente sufren las mujeres en estos casos y que es ese bendito miedo o por no tener la contención suficiente. Ayer escuché en una conferencia de prensa que Gas de Monte Maíz es una Sociedad Anónima; yo soy la Directora por la parte minoritaria (con el 49% de las acciones). Mi papá es uno de los accionistas aunque se enteró en el mes de noviembre de 2019. Fue un baldazo de agua fría familiar porque firmó de buena fe y porque creyó que iba a ser un bien para el pueblo”.

Refiriéndose a la reunión en cuestión dijo que no iba a hablar del contenido de la misma; sin embargo, contó: “Yo venía teniendo contacto telefónico con el Dr. (Carlos) Zucaría; un contacto bastante complicado, de llamados cortados y de tono bastante elevado. Yo solicitaba explicaciones y no me eran dadas. A esa reunión (la del mes de febrero) yo no iba a acudir. Nadie sabía que yo iba a ir porque me encontraba en mi oficina trabajando y el día antes le pregunté a mi jefa si podía ir y me dijo que fuera. Yo llegué en el día y me volví el mismo día (de la reunión). Yo fui solamente por esa reunión. Yo voy por la justicia, por la verdad y para trabajar en pos, y por el bien, de Gas de Monte Maíz y del pueblo. En la reunión estaban presentes algunas personas del Grupo accionario, los Directores y al último llegó el Dr. Carlos Zucaría. Desde el principio noté que mi presencia sorprendió. No me esperaban ahí. Yo fui bastante preparada y con bastantes interrogantes. En un 99% de la reunión la palabra la tuvimos él (por el Dr. Carlos Zucaría) y yo. Aunque seguía sin encontrar respuestas a mis preguntas. El Dr. Se alteraba cada vez más y un accionista clase “B” (Ángel Garay) le pidió en varias oportunidades que baje el tono de voz. Inclusive en un momento esta persona (el Abogado) se paró, porque parece que no podía continuar hablando sentado, observó que había un pizarrón detrás y al no encontrar un fibrón para escribir en él, comenzó a dibujar con el dedo en la pizarra casi como en un estado de desesperación. Una situación por demás extraña puesto que no quedaba reflejado lo que él dibujaba con el dedo. Aparentemente mis cuestionamientos lo incomodaron. Yo había ido con papeles, con documentación y asesorada. Porque yo desde el día que decidí colaborar con la causa –voy siempre por el lado de la verdad, de la justicia; esa es mi bandera- me asesoré y estudié sobre el tema antes de tomar la determinación de unirme a este grupo. Y me parecía muy lindo porque era en pos del bien de este pueblo”.

Martínez insistió en que el intercambio fue prácticamente de ella y el Abogado; ya que solo hubo dos participaciones más de otras dos personas aunque habrían sido muy breves: “Reitero que el 99% de la reunión fue un ida y vuelta entre él y yo. Yo siempre hablando con el mayor de los respetos y él se alteraba cada vez más. Hubo momentos en que él dijo: “ven? No me deja hablar. Se cree que puede hacer lo que quiere”. Utilizó frases de ese tipo y en un tono muy elevado en su afán de buscar a alguien que me frene en mi discurso. Nadie me interrumpió y yo seguí con mis preguntas y pedidos. Hasta que en un momento, algo que yo expongo colmó el vaso y este señor se levantó nuevamente y dijo: “la puta que lo parió” –“lo”, la palabra es “lo”- “No la aguanto más” y pegó un golpe de puño seco sobre la mesa”.

Según describió también Natalia Martínez, una vez que eso ocurrió ella se levantó ya que la acción la dejó descolocada: “Yo me dije para mí: esto no lo voy a tolerar;  y dije: “con mi papá no. Con mi familia no se meta”. No sé por qué dije con mi papá no. Supongo que porque es uno de los accionistas de Gas de Monte Maíz. Y luego salí del recinto”.

Finalmente dijo que no recuerda como caminó desde la puerta de entrada de la sala de reuniones de Gas hasta la puerta de salida. Dijo que salió para el lado de la plaza, que se apoyó en una pared sobre la misma vereda, que sintió un fuerte dolor de nuca y pensó que se caía desplomada: “Me senté en el pilar de la casa de Ángel Garay; llorando, porque no creía lo que había vivido. Y menos de parte de un profesional sobre todo. Y en un ambiente en donde eran todos hombres. Yo fui la única mujer en la reunión. Al cabo de 10 o 15 minutos llegó Ángel Garay y varias personas del equipo que se solidarizaron conmigo y me tranquilizaron”, concluyó.

FUENTE: Radio Línea – Nota de Carlos Maldoni – www.multimediosmaldoni.tv