MEDIO AMBIENTE
17 de noviembre de 2019
DESAPARICIÓN DEL BOSQUE NATIVO EN NUESTRA REGIÓN
Imágen Ilustrativa
CASI NO EXISTE. ENTREVISTA CON EL BIÓLOGO LUIS AUYEROS
En la provincia de Córdoba se viene produciendo una descomposición del ecosistema que ya se ha perdido el 95% del Bosque nativo. Nuestra región no está excenta de esta problemática.
El Biólogo Luis Auyeros dijo al respecto: “Los árboles crecen muy lento y desaparecen muy rápido y casi no nos damos cuenta. Aún no podemos tomar dimensión del problema pero es muy grave lo que viene ocurriendo. En las zonas del sudeste provincial tenemos el problema del agua y eso se debe a la ausencia del bosque nativo. Hay mucha gente que reforesta su espacio: su casa, su vereda, su campo, etc. Pero lo hace con especies que no solucionan el tema. Muy por el contrario, incrementan el problema. Nosotros nos encontramos en una zona que se denomina “el espinal” porque es una zona donde debería haber árboles con espinas y la verdad es que de eso no queda nada. Solo hay tres “parchecitos” muy pequeños: uno se llama Parque Itaú en la ciudad de Bell Ville; el otro se llama estancia de Noetinger de la localidad del mismo nombre y el restante se llama estancia Yuca en Tío Pujio. Todo lo demás ha sido modificado por el uso del suelo. Esos árboles con espinas; el algarrobo, el chañar, el caldén, el espinillo o el aromo tienen una particularidad ecológica que se la denomina “freatófitos”. Como bien lo dice la palabra, van a la napa freática. Pero se dice también que son “fretófitos obligados”; o sea, su interacción como árbol, sí o sí actúa con la napa. Es decir, la raíz del árbol va hasta la napa, la perfora y sigue hacia la otra napa. Perfora también a ésta última y llega hasta la tosca. Entonces, cuando hay árboles nativos, la napa está toda perforada hacia abajo como si fuera un colador. Eso hace, lo que se llama, un “efecto esponja”. La realidad es que, como no hay árboles nativos –porque los sacamos, porque queríamos producir o, simplemente, porque nos gustan otros tipos de árboles- hemos trasladado a la ecología lo que se llama un “efecto tobogán”; el agua llega pero no escurre. Por eso la sociedad está mentalizada de que el agua se va a ir cuando pueda. Esto, a su vez, genera otro problema relacionado con la deforestación y es que nos estamos sacando el agua de encima. Cada vez que hay agua nos la queremos sacar de encima: queremos hacer canales, encausamientos, queremos pinchar lagunas, etc. Pero sacarse el agua de encima significa también que queremos un desierto. Y nosotros estamos en la Pampa; por lo tanto tiene que haber agua. Pero tiene que haber agua en la napa, no arriba. Por eso se puede decir que la deforestación que sufrimos para producir alimentos, hoy ha generado el cambio climático. Entonces nos encontramos con grandes extensiones de agua donde antes no había; temperaturas extremas, problemas de sequía, etc.”.
También explicó que en la zona de las sierras de Córdoba los incendios forestales son un factor preponderante en el cambio climático y en la deforestación: “Las cenizas de los incendios anulan los cursos de agua cuando llegan las lluvias. Por eso se suele ver en el verano el lago de Carlos Paz de un color verde y con olor putrefacto. Eso es porque toda la ceniza del bosque quemado, con la lluvia, se va al río y desde los ríos se va al lago. Esto genera un exceso de carbono vegetal que descompone los cursos de agua”, explicó Auyeros.
Finalmente remarcó que hoy es necesaria una reforestación de nuestra región con especies que brinden ciertos servicios ambientales debido a la complejidad ecológica que estamos viviendo: “Esto tiene que ver mucho con la educación también. El siempre verde, el fresno, el olmo, el paraíso, el sauce y el eucaliptus; son especies que nos gustan porque crece mucho. En el pasado, los servicios ambientales que uno consideraba de un árbol era solamente la sombra. Entonces poníamos –y seguimos poniendo- árboles que crezcan rápido. Pero hoy, la complejidad ambiental hace que veamos otros servicios ambientales. Y la sombra no es un servicio ambiental; simplemente es la condición de un árbol. Un servicio ambiental es que perfore la napa, que permita que no haya inundaciones o que genere sustratos para la fauna. Entonces cuando nosotros compramos en un vivero los árboles que nos gustan -porque es una cuestión cultural- estamos matando el ambiente. Porque los pájaros nativos que diseminan las semillas de los árboles de nuestro bosque nativo, no se posan sobre los árboles exóticos ni hacen nido en ellos. Las únicas que hacen nido son las palomas o los gorriones; que tampoco son de acá. Entonces los churrinches, las tijeretas, los cardenales, la tacuarita azul y la reina mora; por citar algunos ejemplos, solo van a estar si están los árboles nativos. Y esto es por una simple simbiosis. Si no están los árboles nativos ellos no comen el fruto y no lo pueden diseminar.